Aprendí a quererme,
a apreciarme más,
a valorarme como persona,
a ser comprensible,
a entender la penas,
y el dolor ajeno.Hoy vivo mi propio dolor,
mi propia pena, anidada en mí,
pero mañana, reiré al verme,
en el reflejo de ojos desconocidos
que transitan en los míos.Y así pasará la vida,
y el tiempo será pasado
en su transcurrir etéreo,
y yo viviré mi presente