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Tras varios minutos en el teléfono, Xavier por fin contestó, hablamos sobre todo un poco y aún más sobre el tema de irme a estudiar a Nunca Jamás, yo vivía con papá en New York, pero nos mudábamos cada que a papá se le daba la gana, claro, por su trabajo, y claro, yo tenía que ser comprensiva. Sin amigos y mi hermano lejos todo era un desastre, yo lo era.

- Papá, ¿ya llegaste? - Violeth bajó las escaleras rápidamente.

- Hola, Violeth. - se encontró a su papá sentado en el sofá de la sala de estar del departamento en el que vivían aproximadamente unos 3 meses. Estaba todo lleno de pinturas que su papá había hecho.

- ¿Quieres que te cocine algo? - preguntó ella mientras sonreía ampliamente, quizás esta era la oportunidad para pedirle que la dejara ir a Nunca Jamás para estar con Xavier.

- Vete a tu cuarto, no estoy de humor. - Siempre era lo mismo con él, desde que su madre se había ido se había desquitado con sus hijos, dejándoles solos en prácticamente todo, Xavier tuvo el valor para enfrentarlo y gracias a eso fue llevado a Nunca Jamás, ¿y si Violeth hacía lo mismo?

- Sabes qué? Estoy cansada de todo esto, no sé para que tuviste hijos si no ibas ha al menos intentar ser un buen padre. -

- Desde que su madre se fue no les ha faltado absolutamente, han tenido todos los lujos que han deseado. - Vincent se levantó del sofá y se dirigió hacia el mini bar que había situado en una esquina de la sala de estar, tomando una botella de whisky y simplemente bebiendo directamente de esta.

- Y te lo agradecemos, pero, ¿sabes que nos faltó? Amor paternal, la atención de nuestro padre, sentirnos queridos por ti, queríamos afecto! queríamos que fueras a la escuela el día de padres! Siempre que te pedíamos jugar con nosotros simplemente mandabas a el mayordomo, incluso creo que hasta él es mejor padre que tú! - Violeth estaba al borde del colapso, y si pasaba eso sería un caos con respecto a sus poderes.

- ¡Cállate! ¡Eres una estúpida! Eres el vivo recuerdo de tu madre, eres una malagradecida, te voy a cumplir eso de irte a Nunca Jamás, estoy harto de fingir que me agrada el hecho de seguir lidiando contigo, Violeth. - Al terminar de hablar tiró la botella contra la pared, estaba furioso, pero Violeth lo estaba aún más.

- No te atrevas a hablar de mi madre, ella era mucho para tan poca cosa como tú.

- Cállate, o te golpearé. - Mencionó acercándose lentamente a su hija hasta quedar frente a ella.

- ¿Estás borracho? - Violeth podía oler el olor del alcohol en el aliento de su padre. - Debí suponerlo, sin embargo, atrévete a tocarme, eres mi padre y todo pero no dejaré que me toques ni un solo cabello.

- ¿Me estás retando? ¿A tu padre? Cría cuervos y te comerán los ojos.- soltó una risa irónica.

- Tú no nos criaste, mi madre lo hizo.

- Claro, hasta que decidió largarse y en ese entonces ustedes tenían 8 años. ¿Quién los terminó de criar? ¿Tu madre fantasma? - Vincent sintió el ardor de la cachetada que su hija le había acabado de dar en su mejilla izquierda. - ¡Eres una idiota! Debí insistirle más a tu madre para que los abortara! ¡Nunca debiste haber nacido Violeth Luna Thorpe! - Empujó  a Violeth haciéndola caer al suelo, sus mejillas estaban empapadas de lágrimas, estaba asustada, pero también estaba furiosa, y gracias a eso estaba paralizada, sus poderes se manifestaban cuando querían, ahora quedaría como una cobarde luego de hacerse la valiente.

- ¡Eres una basura! ¡Mi madre murió por tu culpa! - Ella lloraba desconsoladamente, luego pensó en que haría su madre, necesitaba ser fuerte por ella, por los pocos recuerdos que venían a su mente con su querida madre.

- Levántate, eres una inútil, igual que ella. - Las palabras de su padre fueron la gota que colmó el vaso, Violeth tomó fuerzas y se levantó, miró las pinturas de su padre y con su telequinesis las tiró contra la pared, por fin, sus poderes se estaban manifestando. Miró los ventanales que tenían vista hacia la ciudad y rompió cada uno de ellos, su padre trató de tomarla del cuello de su camiseta pero ella fue más rápida y lo pegó contra la pared dejándolo inconsciente, rápidamente fue a ver si su padre tenía pulso, y si, mientras se despertaba lo amarró a una silla, ahora solo faltaba que despertara le firmara los papeles que necesitaba para entrar a Nevermore y no volvería a verla en su vida.

•• 4 horas después ••

- ¿Qué es esta mierda? - Violeth salió de la cocina con unos papeles y un bolígrafo dirigiéndose hacia su padre mientras le dedicaba una mirada neutra.

- A lo que voy, necesito que firmes aquí y aquí, y también aquí. - Vincent la miraba sin saber nada de nada, ¿porqué estaba amarrado a una silla? Se preguntaba a sí mismo, parecía no recordar lo que había pasado hace unas horas, de todas formas firmó los papeles sin ningún reproche. - Me voy a Nunca Jamás.

- Claro que no, ya te lo he dicho, es un rotundo no.

- Piensas que me quedaré contigo después de lo que pasó hace unas horas, no? Pues estás equivocado. - Violeth tomó los papeles y los metió en una carpeta que tenía en la barra de de la cocina.

- ¿Qué pasó? Perdóname, sabes que no me controlo cuando bebo.

- Claro, y por eso dijiste todas esas cosas de Xavier, de mamá y de mí. Métete tus disculpas por donde ya tú sabes.

- No me quiero quedar solo, por favor, quédate. - en su mirada se notaba la falsedad de aquellas palabras.

- Debiste pensar mejor las cosas antes de decirlas, o no aún mejor, antes de hacerlas, debes hacerte responsable de tus actos, uy y por cierto, debiste usar protección a la hora de acostarte con mi madre, así no tendrías unos hijos tan malagradecidos. - Empezó a caminar hacia su habitación, sacando de esta sus maletas y el dinero que tenía ahorrado desde hace años.

- ¡Violeth! ¡Iré por ti! ¡No puedes dejar solo a tu maldito padre! Por favor...Seré bueno. - Ella volteó a ver a su padre al bajar con sus pertenencias.

- Ojalá pudiera confiar en ti...Ya pareces disco rayado. - Suspiró hondo y se dispuso a salir del departamento.

- ¡Al menos desátame! Oh no, esas pinturas ya las tenia vendidas, ¡maldita sea! - La voz de su padre llegaba hasta el ascensor, le dolía, pero primero era ella, segundo ella y tercero ella, aunque a decir verdad, su hermano era su prioridad, él podría haber nacido 3 minutos antes que ella, pero era lo único que tenía.

Subir a aquel taxi le cambiaría la vida por completo, quizás lo que venía sería lo mejor, o incluso lo peor, todo tiene sus altibajos, conocerla a ella sería como la luz de la luna a medianoche; te ilumina el camino en la oscuridad, la paz que te transmite con tan solo verla, contemplar aquella belleza que solo ella tiene, y entre otras cosas.

Ya estaba a unos minutos de llegar a Nunca Jamás a reunirse con Xavier, y con sus peculiares amigos, aunque primero tendría que hablar con la directora Weems, si ella no la aceptaba estaría perdida, al final escuchar a Taylor Swift la hizo olvidarse de todas esas cosas negativas en las que pensaba, todo iría de maravilla.

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Holaaa, soy Soff, es un gusto que estés aquí.

Bueno, este cap, es un poco de la vida diaria que tenía Violeth viviendo con su padre, y ya saben porque anhelaba irse a Nunca Jamás, en fin, ya pronto Enid y Violeth se conocerán! Estoy muy emocionada sobre que pasará de ahora en adelante, por cierto, estoy muy agradecida por el apoyo que está recibiendo este fanfic, es sumamente satisfactorio ver que les gusta mi trabajo, se les re ama, y también les recuerdo, nada de lectores fantasmas porfa, perdonen si hay faltas ortográficas prometo revisar luego el capítulo, es que en este momento tengo que salir corriendo de casa para hacer algo, y sin más que decir, adiosito!

𝘔𝘪𝘥𝘯𝘪𝘨𝘩𝘵 𝘔𝘰𝘰𝘯 // 𝘌𝘯𝘪𝘥 𝘚𝘪𝘯𝘤𝘭𝘢𝘪𝘳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora