Such a complicated love.

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-¿Desean pedir algo más?- el chico pecoso pregunta a dos hombres sentados en el restaurante. -Un plato de spaghetti rojo, porfavor- dice el hombre con una gran sonrisa sospechosa, el pecoso se dió cuenta de esto pero lo ignoro, solo es un cliente que sonríe al pedir algo, no tendría porque pensar mal.

-Claro, enseguida se lo traigo- dice el rubio mientras sonríe amablemente.

El tener que soportar los regaños de su jefe, de los cocineros enojados y los de su padre al llegar a casa. Lo desanima cada día más. El rubio se sentó esperando el spaghetti rojo para poder llevarlo a la mesa de los dos hombres. Perdido en sus pensamientos escucho un sonido a lo lejos, era su celular el cuál tenía 3 llamadas perdidas de Bangchan.
Al tomar su teléfono entro una llamada más de Bangchan el cuál parecía desesperado al llamar tanto, parecía algo importante.

El rubio contesto rápidamente el teléfono mientras se volvía a sentar en su lugar.
-Hey, Felix sé que estás un poco muy ocupado pero, ¿podría...- El mayor no pudo terminar la pregunta al ser interrumpido por un grito al otro lado de la llamada. -¡Felix!- un grito resonó por todo el local. El pecoso brinco del susto y apretó el botón de colgar, era otra vez su jefe el cuál parecía muy molesto, parecía el mismo diablo.

Abrió un poco su boca para hablar pero en eso sintió un mano en su mejilla, su jefe le dió una cachetada la cual sorprendió al rubio.
-¡Vete de aquí!, ¿cómo pude contratarte aqui?, siempre es lo mismo, primero tratas mal a los clientes y luego les robas dinero, ¿ahora que falta?- . El rubio entendió entonces, siempre los clientes lo odian por el hecho de ser "femenino",
así que solo juegan con él y lo hacen quedar mal por "diversión".

-¡Felix!, el spaghetti ya está listo para la mesa 3- Hablo el cocinero del local.

Entonces el jefe lo apunto a esa dirección y hablo.

-Ve, hoy será tu último día, te pagaré y te vas- Felix tragó saliva rápidamente ya que estaba muy asustado y asintió dos veces rápidamente mientras corría a recibir el spaghetti.

El rubio salió del local mientras pensaba muchas cosas, el ¿Cómo le diría a su padre que lo despidieron?, se estaba preparando para los gritos en lo que recibió una llamada de Bangchan, de nuevo.

El rubio contesto rápidamente mientras caminaba por las calles oscuras.
-Hola Felix, no pude terminar mi frase antes por los gritos de tu jefe, ¿Estás bien?. el mayor se cuestionaba que habrá sucedido, el grito del jefe fue muy diabólico.

-Ah, sobre eso, no es nada, simplemente...- el rubio no quería preocupar a su amigo así que solo decidió mentir un poco.
-Me regaño por estar en el celular-
el rubio rio mientras lágrimas caían por sus ojos.

-Bueno, lo lamento por mi culpa te han regañado.- el mayor seguía mal al saber que han regañado a su amigo por su culpa.
-Bueno y, ¿Que me querías decir channie?- soltó el menor secando sus lágrimas.
-Oh, solo quería preguntarte si querías salir a comer conmigo, ya que tenía una oferta de trabajo para tí.- al oír esto el menor levanto su mirada y sus esperanzas volvían poco a poco, ahora no estaría tan perdido.

-¿Cuál oferta?- preguntó mientras empezaba de nuevo su camino un poco más animado.

-Tengo un amigo que su familia necesita un cocinero, talvez sea mejor trabajar ahí que en ese local. No aprecian tu conocimiento en la cocina. Lix, tú cocinas delicioso mereces ser un simple mesero si tienes ese conocimiento en la cocina.-
El mayor sabía que Felix cocina delicioso y tiene mejores oportunidades de trabajo.

-¿Sabes cuánto pagan?-