Epílogo

296 6 2
                                    

Narra Twilight

Años después...

El día comenzaba, el sonido de las aves me despertó en la mañana, los rayos del sol se filtraban en mi ventana, abrí lentamente los ojos al sentir el cálido aroma de las flores del pueblo. Cada mañana era dulce, despertar bajo el manto del suave amanecer, el canto de las aves anunciando un nuevo día de alegría, y cómo olvidar el aroma de las flores que hipnotizan a cualquiera que esté dispuesto a oler su belleza.

Me estiré dando un bostezo, mis ojos se acomodaron, instantánea sentí una superficie lisa y dura, me levanté para confirmar mis sospechas, y efectivamente, me había quedado dormida sobre el escritorio.

A mi lado habían miles de papeles dispersos, algunos tenían en ellos redacciones, análisis y sobre todo, algunas cartas de delegados confirmando su llegada a Canterlot en las próximas horas.

Comencé a entristecerme, pues dichas confirmaciones eran únicamente para mi nueva coronación, la cual sería en unas cuantas horas. Celestia había decidido retirarse al igual que Luna, ellas decidieron que yo sería la mejor opción para gobernar Equestria, lo que me entristeció, y tal vez no por el hecho de gobernar un reino, sino, porque las princesas que siempre fueron mi apoyo, iban a retirarse, lo que significaría que ellas desaparecerían.

Mis lágrimas comenzaron a brotar, finalmente el mal en Equestria había desaparecido, y eso era bueno, pero significaba que ya no estaría más tiempo con mis amigas, no es que no dejáramos de hablar, pero, simplemente ya no tendríamos tanto tiempo juntas, además me mudaría a Canterlot de nuevo, lo que me alejaría más de ellas.

Realmente lo odiaba, pero era mi realidad.

Lo odio.

—¿Princesa Twilight, está despierta?— llamó una de las sirvientas del castillo.

Sin más que pensar, me levanté perezosamente para atender, debía dejar mis berrinches de lado y seguir con mi vida.

—En un minuto— dije, a lo cual ella respondió con un "Está bien".

Me miré en el espejo, mi melena era un desastre, ahora que lo recuerdo, llevaba dos días en mi cuarto, intentaba no enfrentar el mundo, pero es algo que debo hacer.

Comencé a cepillar mi melena, hoy era la última vez que sería "normal", ya que ahora sería similar a la de Celestia. Me miré nuevamente al espejo, estaba perfecta, me coloqué mi corona de puntas de diamantes rosas.

En mi escritorio había una rosa azul, la había encontrado en mi balcón esta mañana.

Realmente no entendí, no se como una rosa pudo acabar en mi balcón, la única explicación es que tal vez algún poni cartero la tiró por accidente, pero es algo que no me convence del todo

Con pasos lentos finalmente salí de mi habitación.

—Buenos días, alteza— Dijo la sirvienta mientras hacía una reverencia, realmente no me acostumbraba a ello aún.

—Buenos días, Fur—Dije, ella sonrió cálidamente al igual que yo.

—Hoy es un gran día su alteza, el comité de organización la está esperando en el salón de los tronos, al medio día vendrán los guardias enviados por la princesa Celestia para escoltarla hasta Canterlot— dijo suavemente.

—Te lo agradezco, Fur—

Comencé a caminar para dirigirme al salón de los tronos mientras que Fur, entraba a mi habitación y me ayudaba con el desastre de pergaminos que había hecho horas atrás.

Flashlight: Un Amor Imposible (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora