"La muerte esta sobre ella como una helada inoportuna sobre la flor más dulce de todo el campo" Romeo y Julieta
-William Shakespeare-
Sangre. Sangre y más sangre
Algo dentro de ella murió, escucho a todos a su alrededor correr y gritar, ¿pero ella? Ella estaba estática en su lugar, su mundo se fue abajo en cuestión de segundos.
¿Esto era su culpa? Tal vez. Tal vez no debió jugar a la detective, tal vez nunca debió hacerse amiga de ellos, tal vez nunca debió de ir en este colegio en primer lugar.
Odette siempre pensó en la muerte como algo bello, como algo que salvaba a algunas personas de su miseria, pero al ver quien era la persona que se encontraba en medio de la pista de baile lleno de sangre, la muerte dejo de parecerle bella, pensó que ella es la que debería de estar allí en su lugar.
-Odette! – escucho a alguien acercarse con rapidez a su lado y para después jalar de su brazo. - Odette, es hora de irnos.
-Que...- fue lo único que salió de su boca mientras sus lágrimas salían sin control alguno.
Ya fuera del edificio sintió los brazos de dicha persona alrededor suyo y Odette no hizo otra cosa más que aferrarse porque tal vez y solo tal vez esa persona podría salvar algo de su ser mientras la sostenía.
El sonido de las patrullas se acercaba cada vez más hasta que en un abrir y cerrar de ojos todo el colegio estaba rodeado de policías y ambulancias.
