"el que va demasiado aprisa llega tan tarde como el que va muy despacio" Romeo y Julieta
-William Shakespeare-
El internado el viejo roble, una de las mejores instituciones de la ciudad de Limerencia, Escocia.
El prestigio juega un papel preponderante en este Instituto. El prestigio que tiene viene determinado por la calidad académica, los planes de estudio y por los reconocidos egresados del centro, por ejemplo: Isadora Bonnaire, una reconocida empresaria y madre de Odette.
Ahora la empresaria quería que su joven y única hija sea reconocida por lo que es: Una Bonnaire.
"Odette, Odette, Odette"
-Odette! - la joven escucho que la llamaban desde el primer piso- ¡Ponte de pie ahora, llegaran tarde!
Era su madre quien le gritaba. "Cinco minutos más" murmuro para ella misma para volver a taparse completamente con su sabana.
Unos pasos se acercaron a su habitación para después escuchar como tocaban de una forma característica y diferente. Ahora sabía quién era el que estaba del otro lado de la puerta.
"Pasa" dijo la joven.
-Buenos días, señorita- dijo el joven mientras abría la puerta y entraba al cuarto con su sonrisa de siempre- Tu madre se ve muy estresada allá abajo.
-Hola, Alexandre- saludo Odette para después quitarse la sabana de encima para poder ver a su amigo- mátame.
-Porque presiento que estas de mal humor? - pregunto Alexandre para después lanzarse a la cama de su mejor amiga.
-No ves que es el mejor día de mi vida? - contesto con sarcasmo. - Iré al tocador.
Alexandre solo asintió.
La joven al entrar a su baño, escucho que su mejor amigo no perdió el tiempo y reprodujo una canción. "Para que te animes" grito el joven.
¿Como es que Odette no se sentía tan animada como su mejor amigo?, sabia la respuesta, ella no quería ir, su amigo sí.
Alexandre se esforzó tanto por una beca, estudio y lloro tanto para conseguirla, en cambio ella, ella sabía desde pequeña que estaría en ese instituto.
Mientras se colocaba el uniforme la canción "Fear for Nobody" sonaba al otro lado de la puerta. Consistía en una falda y un saco de color negro, una camisa de vestir blanca y una corbata de un color morado opaco, el saco contenía un bordado pequeño del lado izquierdo, se trataba de un roble dentro de un círculo delgado de color dorado. "Es bonito" pensó Odette.
Cuando ya estaba lista salió de su tocador, pero se percató de que su amigo ya no se encontraba en su habitación así que apago la música y decidió bajar a la primera planta antes de que su madre subiera por ella.
-Buenos días, padre- dijo la joven al pasar por el comedor y ver a su padre sentado con un periódico y un café en sus manos.
"Buenos días, hija" se dijo así mismo al saber que su progenitor no le contestaria.
-Allí estas! - "oh no"
-Madre, buenos días, ¿cómo amaneció la mujer más bella de este planeta? - pregunto Odette con una sonrisa, tal vez así su madre no la regañaría.
-Con ganas de llamarte la atención- le contesto con un semblante serio- Una sola tarea tenías Odette Bonnaire, una, levantarte temprano.
-Lo sé, pero es que tú también, pides mucho- le contesto.
-Necesito que vayas y le digas a Alexandre que verifique bien sus maletas, no quiero tragedias. -fue lo único que dijo su madre antes de marcharse de su vista.
