¿Qué pasaría si después de casi 3 años la mujer que amaste toda tú vida y que te hizo el corazón añicos sin explicación alguna vuelve a tú vida?
Esta es la historia de Sia y Sam
Gracias por tomarte el tiempo de leer, esto es algo que me vino a la mente como una relampago en el cielo, llegó súper rápido y súper claro a mi cabeza así que tuve que escribirlo.
Lo que sí sé es que será una muy pero muy corta historia de quizás máximo 4 partes, veamos como la reciben y pues ahí decido si la continuo.
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«¡Esto es malo!» Paseaba nerviosamente caminando de un lado a otro en la sala de la casa, en su rostro se podía notar la preocupación, su mano derecha sostenía su teléfono con la pantalla apagada dando golpecitos con la parte trasera de este en el cuerpo de su dedo pulgar de la otra mano sin dejar de caminar de una lado a otro.
- Me estás mareando...
La voz de una chica se escuchó en aquella sala, estaba pendiente del televisor como todos los otros que ocupaban la sala con ellas pero el paseo nervioso de su hermana de un lado a otro era captado por el rabillo de su ojo y no la dejaba concentrar del todo. La otra chica ni se percató de que ella había hablado, al darse cuenta de esto una mueca se dibujó en el rostro de la chica en el sofá, era una chica linda físicamente, de unos 25 años aproximadamente, cabello castaño oscuro, lacio y brillante largo, un poco más abajo de sus hombros, piel blanca, ojos morones en una tonalidad intermedia entre el claro y el oscuro, labios proporcionados y rosados, ¡Sí, definitivamente era alguien atractiva a la vista!
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La mueca murió en sus labios cuando escuchó el ruido a su alrededor de lamentaciones, gritos y malas palabras. Volteó a mirar a sus acompañantes que estaban como hipnotizados por el juego del mundial de fútbol que estaban dando en ese momento.
- ¿Qué pasó? - Preguntó con apremio al darse cuenta que se lo había perdido por no apartar sus ojos preocupados de la otra chica que aún seguía metida en su mundo paseando de un lado a otro.
- OPERATE EL PUTO PIE Y MANDATELO A ENDEREZAR - Escuchó a uno de sus primos exclamar molesto mientras lanzaba uno de los cojines con molestía.
- TODO EL PUTO ARCO PARA ÉL Y LA LANZA AFUERA - Escuchó rezongar en esta ocasión a su prima.
- ¡MALDITOS! NI YO CON ESTA PANZA QUE ME CARGO PATEARIA TAN MAL - Escuchó la voz de su tío y todos a pesar del mal momento estallaron en risas.
La otra chica seguía ajena a los gritos inconformes de su familia, seguía paseando de un lado a otro, ya había dejado de golpear su teléfono contra su dedo pulgar pero ahora lo sostenía con ambas manos como si iba a escribir un mensaje mientras mordía de forma suave la parte superior del estuche de silicona que lo recubría. «Soy una idiota.... Ella va a odiarme» seguía en su monólogo interno «¿Pero que se supone que debía hacer?... Mantener esto en secreto es peor ¿No?» Se preguntaba mientras mordía aún más fuerte el estuche dando la vuelta por vez.... Ya ni sabía cuantas veces había caminado el pasillo de la casa de un lado a otro. Sus pasos fueron frenados bruscamente cuando un cojín de uno de los muebles se estrelló de llenó en su cara, haciendo que se frenara de golpe mientras escuchaba como su teléfono chocaba con el piso al resbalar de sus manos.
