kinky! ♡ SooGyu

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Soobin tomó rápidamente su mochila, iba demasiado cómo para creer que llegaría pronto a la escuela. La entrada era a las 8 y eran 8:05 cuando cerró la puerta de su casa, corrió con todas sus fuerzas por el campus tratando de esquivar a quienes iban por ahí.

Era su último día del segundo semestre de universidad  después de largos meses de espera por sus merecidas vacaciones, por fin había encontrado un departamento cerca de la escuela y un trabajo a medio tiempo cómo bibliotecario en la biblioteca de su facultad, todo le estaba saliendo excelente.

En cuanto a su vida personal, esta era buena, actualmente se encontraba en una relación con una bonita chica llamada Naru. Se habían conocido en un bar lgbtq, ambos siendo bisexuales formaban una pareja hetero, ¿irónico no?, pero se llevaban realmente bien, y Soobin creía que ese día seria su día para avanzar aún más allá de sus manoseos...

Pensaba seriamente en poder cumplir uno de sus fetiches con ella, creía que era hora de poder sacarlo a flote y tal vez hacer que ambos disfruten de aquella nueva experiencia...

-Hola linda -Soobin tomó del rostro a Naru para después darle un beso- ¿qué harás hoy? -sonrío mientras la chica lo tomaba por las caderas.

-Nada, creo, ¿por qué? -Soobin sonrió, si, hoy era el día.

-Pensaba en que tal vez tu y yo podríamos ir a mi departamento para ver una película, ¿te parece? -Naru lo pensó un poco y asintió con una pizca de picardía en su rostro.

Si, hoy era el día.

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Por la tarde, Soobin alistó todo, hizo limpieza y por fin sacó esa caja que estaba hasta el fondo de su closet, al abrirla se encontró con aquella fusta de cuero que tanto había estado guardándose, unas bonitas esposas y pensó que el gran ventanal que daba a la calle era un gran lugar para una de las tantas fantasías que había estado guardándose...de tan sólo pensarlo su miembro se sacudió dentro de su pantalón.

Cuando Naru llegó a casa se sentaron en el sillón a ver unas cuantas películas, Soobin se sentía entusiasmado y este entusiasmo aumentó aún más cuando comenzó a meter la mano por debajo de la falda de Naru, sintiendo su centro húmedo, hizo a un lado la ropa interior y comenzó a jugar con la zona, Naru se mordió el labio inferior mientras sentía al chico jugar con su zona íntima con su enorme mano.

Pronto Soobin la tomó por las piernas y la cargó para poder llevarla a la habitación. Los manoseos siguieron y la ropa comenzó a caer poco a poco mientras se deshacían en gemidos.

-¿podemos usar unas cosas que compré? -preguntó el chico mientras se separaba de su novia quien se encontraba deshecha en gemidos y sudor, ella hizo una mueca de confusión.

-¿Qué cosas? -Soobin lentamente se acercó al cajón donde había guardado aquellas cosas, de ahí sacó la fusta, las esposas y unas velas junto con un lindo encendedor.- ¿qué es todo esto? -Soobin estaba a punto de explicarle cuando Naru lo miró con desagrado.- ¿Planeas golpearme y atarme? ¿¡Y quemarme!? -dijo totalmente asustada.

-No, no, claro que no -se sentó a su lado para tratar de calmarla pero la chica se levantó rápidamente.

-¿¡Te gustan esos juegos de enfermos!? -gritó con asco en su voz, Soobin comenzó a negar con la cabeza de manera frenética, la chica tomó sus cosas, Soobin la tomó de la mano tratando de calmarla pero esta lo empujó.- ¡Eso es asqueroso! ¡Estás enfermo Soobin!

-No, Naru, cálmate por favor -la chica comenzó a vestirse y salió por la puerta, Soobin se colocó los pantalones y salió tras ella, Naru se detuvo antes de llegar a la puerta de su auto y lo miró.

-¡No me sigas! -Soobin se detuvo en seco- ¡Que Dios se apiade de tu alma porque esas son cosas de enfermos! ¡Estás enfermo Soobin y me das asco! ¡No puedo creer que estuve con alguien como tu con esos gustos!

Naru se alejó rápidamente y subió a su auto, lo encendió y se fue. Soobin miró el auto y suspiró totalmente derrotado mientras caminaba a casa.

La tristeza y vergüenza se apoderó de él, se sentía avergonzado de esos fetiches y gustos que tenía...tal vez Naru tenía razón y estaba mal ser así y tener esos gustos...

Por Dios, justo cuando creyó que realmente podría hacer realidad aquellas fantasías...pero no, Naru tenía razón, estas estaban mal...

Volvió a guardar todas las cosas de la caja donde habían sido sacadas, Soobin pensó que estás nunca debieron salir. Volvió a meterlas al closet en donde guardo también sus gustos.

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Beomgyu había llegado a Seúl después de haber sido transferido, bajó de aquel autobús y tomó camino hasta la dirección que sus padres le habían dado en un papel, tomó un taxi hasta allá totalmente fascinado con lo bonita que era aquella ciudad tan enorme. Al llegar, bajó del auto y pagó.

Estaba apenas cerrando la puerta cuando de la puerta del vecino de enfrente salió una chica completamente molesta y ambos comenzaron a discutir de manera fuerte, pero...Beomgyu vio algo más allá...

El vecino se encontraba sin camisa y sus músculos se encontraban contraídos debido al estrés de la pelea...se mordió el labio cuando el chico giró para caminar de vuelta a su departamento...no pudo evitar imaginarse a sí mismo mientras era tomado por aquellas enormes manos llenas de venas...

Dios, tenia que conocer al vecino nuevo...