Sólo Espérame

Capítulo 1

Mira Francisco, no te daré mi número

Empiezan las vacaciones, todos están felices por obtener libertad sin estrés, sin presión ni nada.

Sólo Libertad.

Pero yo no soy todos.

Tengo todo este mes para prepararme, practicar y trabajar para mis gastos de la universidad.

Sí, aún no estoy en la universidad, pero lo estaré.

Entré a trabajar a un lugar donde venden comida.

No cafetería, digo, todos los romances suceden ahí, y no. No es algo que busco en este momento.

Necesito el dinero para poder pagar los gastos de donde estudiaré.

- Melody Harley Wenger Wright levanta tu culo de la cama o juro que... -Calla abruptamente al verme parada frente al espejo, arreglando mi cabello, o eso creo.

- Te dije que tocaras la maldita puerta antes de entrar, no es complicado, sólo colocas tus nudillos el la madera.- replico al verla irrumpir mi habitación.

- No soy Imbécil Melo. Sabes que estoy acostumbrada a levantarte porque te desvelas estudiando para tus exámenes. Vida de aburridos. 

- Yo a tu edad, salía de fiestas. Y no estudiaba, tenía ligues...

Dejo de escucharla al sumirme en mis pensamientos. Alguien explíqueme porque todos los padres utilizan el término, ¨Yo a tu edad¨.

A mí qué cominos que interesa, hablamos del siglo XI, no de la época antes de Cristo.

Bla, bla, bla. Eso es lo único que escucho de todo lo que habla.

Mira intencionalmente la hora, con la intención de salir de una vez. Son las ocho, aún falta una hora para que recién empiece mi horario de trabajo.

- Mamá ya son las ocho, en unos doce minutos empiezo- Mentira-, por favor sal, necesito arreglarme un poco más- Igual mentira. 

Pero vamos!, soy Melody y yo me arreglo rápido. O eso quiero hacerme creer.

- Melody, tú nunca te arreglas bien. Sólo te pones lo primero que encuentras.

- Eso no es verdad, yo sí me arreglo. Mira, llevo un pantalón negro, ahora sacaré la prime...

- La primera polera que encuentre y listo- completa por mí- Sabes que es así e intentas contradecirme.

- Mamá!!!, por favor. Sal!!!

- Claro, y baja que el desayuno te espera.

- Tú nunca haces el desayuno, y buenos días para ti también.

- Cómo tú digas, ahora baja.

Sin más, se va. Sin cerrar la puerta.

Dejaré pasar aquello. 

Aprovecho para soltar mi cabello, no sé que hice, pero parezco un puto espantapájaros.

Me coloco perfume y salgo.

- Mamá no me esperes para almorzar, llego tarde- le grito mientras bajo rápidamente las escaleras, con cuidado de no caerme y hacer un lío.

- MELODY!!!, tú nunca vienes a almorzar.

- Iré a la biblioteca.

- Carajo Harley, sal de fiesta.

- Adiós- Me despido, saliendo de mi casa velozmente. Sé que ella saldrá a encararme. 

Joder que jode mucho. Es mi madre y la adoro. Pero a veces te saca de las casillas.

Yo parezco la madre y ella la hija. Pero sería muy raro. Ella tiene 46, yo 17. Sería algo turbio.

Mientras corro choco con un cuerpo duro, sí duro. Es que este se ejercita hasta cagando o qué?.

- Cuidado idiota, mira por donde caminas.- le digo al que al parecer es hombre y ciego de paso.

- Tú mira por donde caminas, estabas corriendo mirando hacia atrás. Ten más cuidad...- Cierra la boca, porque acabo de darle un cachetada. Su voz cansa y lo acabo de conocer.

- Carajo, es que estás loca o qué mierda te pasa, ni siquiera te hice nada.

- Hablas mucho, cállate.

Lo miro, al no recibir una respuesta por parte suya.

Pues el idiota está examinando hasta qué tipo de sangre soy.

- Hey, deja me mirarme.

- Que, yo... no... sólo mirar

Wtf con este man, el loco es él.

- Mira Francisco, no te daré mi número. 

- Fran, ¿qué?, no quiero tu número. Mejor dame tu mano y yo te pongo el anillo. Y por cierto soy Kyle, tu futuro esposo, mucho gusto.

 Esperen, ¿QUÉ?.

Es que a este lo piso un camión o se tiró del quinto piso de un edificio. Creo que los dos.

Ay esta sociedad de ahora. En mis tiempos, los jóvenes eran... Esperen, ¿QUÉ?. Parezco mi mamá!!!

- Eh, no. Por favor búscate un psicólogo- le respondo, antes de empujarlo a un lado y correr.

Sí corrí. No porque el idiota me hablará, sino porque escuché la voz de mamá a lo lejos. Mientras lo hago escucho la voz de Francisco llamarme. Pero no le tomo atención.

 Llego a la parada de autobús y subo, mi suerte fue grande al encontrármelo al llegar. Siempre el viejo necesitado tarda demasiado.

 Y emprendí camino al trabajo. De seguro no me gustará o sufriré y llegaré al punto de  arrepentirme. Pero es por mi futuro y sé que valdrá la pena -Resoplo de tan sólo pensarlo. 

Sí, me espera mucho por recorrer.

Wenasss!!!!!

Inicié una nueva historia.

Una vez la termine les contaré lo que hay detrás de ella.

Espero y lo disfruten el libro y gracias por darle la oportunidad!!!

Besossss.