Molinos de viento (JK/TH)

Capítulo 01

Era un invierno, donde el frío colaba debajo de la ropa y el agua fría hacía doler lo más profundo de los huesos, pero así era la vida en el pueblo de Taehyung. Era un pequeño pueblo al norte, en lo más profundo de un espeso bosque aislado de la civilización. Ubicada en la falda de una montaña, llena de neblina y maleza, un río navegaba en las orillas del pueblo arrastrando ocasionalmente pequeñas piedrecitas de diferentes colores.

El paisaje era una belleza, los árboles de pino bailaban con el frío viento mientras la nieve caía desde lo alto adornado de blanco sus ramas y troncos. Pequeños animales hibernaban dentro de estos árboles y pequeños nidos abandonados esperaban vacíos y denudos al regreso de la primavera. Otro ser, uno tal vez especial miraba todo a su alrededor con sus ojos color carmesí brillantes.

Un niño, tal vez de unos dieciséis o diecisiete, observaba el paisaje frente a sus ojos sentado en una de las grandes rocas situadas debajo de un gran árbol ahora desnudo por el frío. La alegría se derramaba en su corazón cada mañana que veía el sol caer entre las montañas más allá del bosque.

¿Qué es lo que haces? Ponte a trabajar - se oyó el grito juvenil a lo lejos sacando de sus pensamientos al niño de ojos carmesí.

No molestes, estoy intentando alcanzar esta cosa - renegó el otro tirando de nuevo de una rama vieja golpeando fuertemente el piso.

Taehyung alzó su ojos sobre las espaldas de los dos chiquillos para descubrir una araña, una de esas grandes y delgadas queriendo correr de ellos asustada sin mucho éxito.

¿Qué es lo que pasa? ¿Qué es lo que miras? - gritó un niño detrás suyo. Taehyung no lo miró pero sus manos volvieron al agua fría para seguir fregando la ropa.

El tercer niño, posó su mirada en los otros dos niños menores, se acercó a ellos y de forma sorpresiva dio un fuerte pisotón en el suelo, matando en el acto a la pobre araña.

Listo, dejen de jugar y vuelvan al trabajo.

Los otros dos niños no respondieron, temerosos por el más grande. Caminaban apresurados a los tendederos improvisados por alambres y entre los dos continuaron acomodando los enormes trajes de ropa.

Y tu pequeño fenómeno, no te irás hasta que termines de lavar todo -  se dirige el niño enorme y gordo hacia Taehyung. 

El no respondió pero no se detuvo con el labor de sus manos. El niño gordo rio con una expresión de asco y zapateo fuertemente yéndose tumbando “accidentalmente” la canasta de ropa recién lavada. Cuando los demás niños se retiraron con las enormes canastas vacías guiados por el enorme niño, Taehyung suspiró secándose el sudor frío de la frente, pensando en tomarse un descanso antes de comenzar de nuevo. 

El sol caía más rápido de lo que Taehyung quisiera pero se sentía bien estando fuera de casa de donde hace unos meses estaba todos los días sin poder salir. Levantó suavemente la ropa del suelo a la canasta hundida en el agua transparente y fría. 

De pronto el sonido de pisadas lo alertó del otro lado del bosque y algo que le pareció dorado pasó por el otro lado rápidamente. Taehyung detuvo sus manos estando alerta de cualquier movimiento, asustado de haberse topado con algún animal salvaje. 

De un momento a otros sus ojos se oscurecieron y confundido, se encontró en segundos en el piso tumbado boca arriba con el rostro de un hombre a cinco centímetros del suyo. Sus extremidades dolían al ser sujetados por fuertes manos y fuertes muslos del hombre que se veía igual de joven que él. Pero lo que más le llamó la atención eran sus ojos ámbar brillantes, los más dorados y brillantes que alguna vez haya visto. Esos ojos se paseaban por su rostro como si también estuviera descubriendo a quien tenía al frente. Un cosquilleo en su mejilla le hizo observar la cabellera larga y ondulada que caía de su frente y detrás de las orejas del hombre y su rostro tan pulcro y suave a la vista resplandecía con un tono pálido, reflejando a la vez en su sudor la nieve a su alrededor.