Sátiro y las cuatro ninfas de la sombra y la luz

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Muy cerca de la antigua Grecia en el monte Helicón, dio luz a la primera generación a cuatro bellas ninfas que fueron otorgadas por el dios del trueno como las cuatro estaciones que la madre Gea tarda en dar su rotación: la primera ninfa se le otorgo el nombre de la noche, la segunda el nombre de la madrugada, la tercera el nombre de la mañana y la cuarta el nombre de la tarde. Ambas compartían su amor a sátiro, él único ser más extraño en forma de humano y patas de cabra que rondaba por este lugar. Aquí la historia de cómo sátiro llegó a sus vidas:

Ciertamente cuando la noche rondaba en los arbustos se percató de un ser extraño con fisionomía de mitad humano y mitad cabra, a lo que ella al verlo casi agonizando, fue en busca de su hermana madrugada para que le ayudase y así ella le brindase un poco de reposo. Al contarle a madrugada lo sucedido, Madrugada no se negó y llego al sitio donde se encontraba el forastero y mirándose a los ojos de su hermana le preguntó

- ¿Quién es ese hombre en forma de animal?

A lo que la noche respondió al azar el nombre de sátiro.

- ¿Y Quién es sátiro? - le volvió a preguntar madrugada a la noche. -

- Sátiro - le respondió ella. - es el nombre que le he puesto a este pobre visir por no saber igual que tú quién es y de donde viene.

Las dos levantaron a sátiro y lo llevaron al sitio donde se encontraban las plantas milagrosas que curaban a cualquier ser que habitaban en los bosques, Pero la mañana que estaba al acecho a la luz del alba los encontró y les pregunto

- ¿Quiénes ese hombre en forma de animal?

A lo que la noche y la madrugada, respondieron con voz turbante el nombre de sátiro

-y ¿Quién es sátiro? - les preguntó a sus hermanas

- Sátiro - se dijo adelantándose a su hermana la noche - es el nombre que le hemos dado a este pobre visir por no saber igual que tú quién es y de donde viene.

Las tres ninfas permanecieron inquietas mirando a sátiro por un largo tiempo, hasta que fueron sorprendidas por la tarde que tras su movimiento diurno se percató del visir que cuidaban sus hermanas y al dar con ellas les pregunto

- ¿Quién es ese hombre en forma de animal?

A lo que la noche, la madrugada y la mañana respondieron el nombre de sátiro.

- ¿Y quién es sátiro? - les preguntó

- Sátiro -le dijo la mañana a la tarde - es el nombre que nosotras hemos dado a este pobre visir por no saber igual que tú quién es y de donde viene.

Y así, las cuatro ninfas acudieron a su auxilio, lavando y curando sus heridas por largas horas taciturnas, sin embargo, tras largas jornadas de cuidado, sátiro mostró algunas señales de vida. Abrió sus ojos y miro a las cuatro hermanas a su alrededor preguntándose quienes eran y por qué se encontraba en este lugar.

Ellas respondiendo a su cuestionamiento contándole lo ocurrido mientras era seducido a la vez, a lo que sátiro agradecido de salvarlo de las garras de la muerte continuaba al cuidado de las ninfas y no fue poco tiempo después, tras curarse todas sus heridas cuando las hermanas comenzaron a sentir amor por sátiro y no dejarlo así partir las cuatro se le acercaron a éste declarándoles su amor diciéndole estas palabras:

- si tú te quedas, nosotras te acogeremos de dicha y placer, nada te faltará y serás dueño de toda tierra de Helicón.

Sátiro escuchó con inquietud aquellas palabras, pero no lograban convencerlo, así que la noche que era la mayor de todas hablo primero:

Sátiro y las cuatro ninfas de la sombra y la luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora