—¿Por qué no contestas mis mensajes?
Nanon detuvo sus pasos al escuchar aquella pregunta resonar a sus espaldas.
—Yo nunca contesto mensajes —comentó de manera casual sin darse la vuelta. No tenía la intención de quedarse a conversar con Ohm, su compañero de equipo.
—Pensé que ahora nos llevábamos bien —Para el disgusto de Nanon, Ohm no dudó en adelantarse, bloqueando su camino—. Ya sabes, compartimos una botella de agua durante el entrenamiento de rugby.
—Corrección, te cedí el agua restante de mi botella al ver que habías derramado la tuya.
¿En qué parte del mundo eso se podría llamar llevarse bien? Nanon ni siquiera lo miró cuando lo hizo. Simplemente tiró la botella a lado del chico más alto en un gesto grosero cuando no dejó de quejarse sobre como moriría de sed al ya no tener agua.
—Es lo mismo, compartimos saliva. Eso nos vuelve cercanos… o algo así.
—¿De qué mierda hablas? —Intentó pasarlo de largo. Ahora Ohm estaba escupiendo tonterías que no tenía la intención de escuchar.
—No, olvida eso. Fue un beso indirecto —Ohm volvió a bloquearle el paso, sonriendo como el imbécil que era—. Yo probé tu saliva.
Nanon se obligó a cerrar sus ojos, tratando de dispersar cualquier sentimiento de ira que le provocara sucumbir al fuerte impulso de estrangular a Ohm.
—Hazte a un lado —le pidió con los dientes apretados y la poca paciencia que le quedaba.
—Sólo quiero que respondas.
—Ya te respondí.
—No, no me refiero a eso —negó, luciendo un poco más serio—. Quiero saber, ¿porque no le contestas a nadie?
—No lo sé, supongo que no me gusta hablar con las personas —se encogió de hombros, tratando de lucir seguro y desinteresado.
Mentir era lo mejor. Nanon ya había intentado tener amistades en el pasado. Amistades que se esfumaron cuando no mantuvo comunicación vitual con ellos.
—Entonces, ¿por qué me diste tu agua, Nanon? Pudiste haberme ignorado, la tienda estaba cerca, tarde o temprano conseguiría otra.
Ohm no dudó en señalar lo evidente, haciendo sentir a Nanon cada vez más incómodo.
—Déjame en paz.
Nanon ya no podía verlo a los ojos, ni mucho menos quería seguir con esa tonta discusión.
Quitó a Ohm de su camino de un empujón, sin importarle el dolor que se extendió por su costado en consecuencia. ¡Mierda! ¿Acaso Ohm estaba hecho de hierro?
—¡Espera!
La áspera mano de Ohm se envolvió alrededor de su muñeca para detenerlo.
—¿Querías acercarte a mí? —Nanon se tensó de inmediato al escucharlo, reacción que tampoco pasó desapercibida para Ohm.
Había dado en el blanco.
—Ohm…
—Está bien si es así, Nanon —lo interrumpió—. No me importa si quieres acercarte a mí e
ignorar mis mensajes. ¡Prefiero hablar contigo mirándote a los ojos!Había algo suave y extraño en su voz que Nanon temía confundir con la esperanza.
(Algo que años después Ohm le habría de confirmar cuando estuvieran festejando su tercer aniversario de pareja en alguna de las tantas playas que existen en Tailandia).
—Porque yo también quiero acercarme a ti. Así que buscaré y tomaré cualquier oportunidad de hablar contigo en persona para que me contestes.
★
Un pequeño drabble que entregué para una tarea, jajaja. Mi escritura es mala y simple, pero mi amor por el OhmNanon es sincero.
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Contéstame › OhmNanon
Short StoryNanon nunca contesta los mensajes de texto de nadie. Ohm desea que le conteste. › OhmNanon drabble.