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Un nuevo día empezaba para ambos poblados.

Un híbrido se encontraba despertando de su sueño debido a los movimientos que ocurrian encima de él, siendo el responsable de estos la mascota felina del oso, la cual se encontraba dándole los buenos días.  

Tenía tiempo pensando en ofrecerle al líder del pueblo contrario un trato, pues no le vendría mal una ayuda extra que se encargará de las actividades menos entretenidas para el oso, como cuidar sus terrenos y poco más, pues la gran mayoría de veces no ocurria algo interesante que captará su interés.

Convenientemente hace unos días atrás hania descubierto que aquel tipo era capaz de hacer lo que fuera por dinero y poder.

Sin perder más tiempo Spreen se levantó de la cama para empezar a alistarse y emprender su rumbo hacia el hogar del castaño.

[...]

El híbrido tocó la puerta del hogar del qué tal vez sería su próximo socio. Unos segundos pasarón antes de la puerta fuera abierta por el dueño de la casa, el cual quedó sorprendido al ver al contrario en su hogar.

Auron: ¿Spreen? —murmura con sorpresa mientras por su mente pasa la idea de cerrarle la puerta en la cara, descartando rápidamente aquel pensamiento.— ¿Qué haces aquí?

Spreen: ¿Podes acompañarme a mi pollería? —fue directo al grano, ignorando por completo la pregunta previa del más bajo.—

Auron vacila por un momento, evaluando los pros y contras de una respuesta negativa o afirmativa. Finalmente con un suspiro de rendición acepta.

Auron: Vale... —un suspiro salió junto con su respuesta, no muy convencido de sus palabras.—

[...]

Ambos entraron a la pollería. En el momento en que el castaño puso un pie dentro del edificio fue consciente de su decisión y de las cosas malas que podía pasar y las cuales se estaba convirtiendo en realidad según su percepción.

El oso por otra parte, tomó tranquilamente asiento en una de las mesas del local, invitando al contrario a hacer lo mismo.

Auron vaciló por un momento una vez más, su cuerpo reaccionaba ante el aura intimidante que el oso irradiaba y la cual le advertía de que ese sujeto era peligroso. El castaño luchando contra su mente que le pedía no tomar lugar cerca de él, lo hizo, tomando asiento frente a él.

Spreen: Sabes, Auron, he escuchado algo por ahí. —murmura sin darle demasiado interés a sus palabras, todo lo contrario al otro que no pensaba con tanta tranquilidad esas palabras.—

Auron: ¿A sí? ¿Qué has escuchado? —por su mente paso rápidamente el rostro de alguien que tal vez le había metido mierda con el oso, pues no había otra razón por la cual Spreen lo quisiera ver más que por un reclamo o amenaza.—

Spreen que pareció entender como aquellas palabras no eran tan insignificante para el de mechón como para él, no tardó en aliviar la alteración del mas bajo.

Spreen: Tranqui, no es nada malo o algo así, capo. De hecho, es todo lo contrario. —una suave sonrísa ladina que dejó ver uno de los colmillos del oso solo aumento que las alarmas de peligro del contrario se activaran aún más.—

Auron: Joder, menos mal, tío. Ya me había empezado a preocupar. —incluso se permitió soltar un suspiro en cuanto esa preocupación fue quitada de encima.—

Spreen: Bueno, te vengo a proponer un trato, capo. —fue directo al grano una vez más, sin ni siquiera darle más tiempo al contrario de disfrutar del peso quitado de sus hombros.—

El silencio reino por unos breves instantes en lo que la mente del más bajo procesaba la información que fue lanzada de un momento a otro.

Auron: ¿Qué tipo de trato? —murmura mientras trata de recomponer la compostura.—

Spreen: En enteré por ahí de la información del que el líder del pueblo verde era un avaricioso de mierda y era capaz de hacer lo que sea por dos cosas. —coloca las manos encíma de la mesa mientras se inclima ligeramente en esta, haciendo que sus gafas bajen un poco y sus ojos negros queden por unos breves momentos sin cubrir, con el fin de intimidar al otro, cosa que logró.—

Auron no tardó en confirmar con su expresión que aquéllas palabras eran verdad.

Auron: ¿Qué quieres que haga? —un suspiro pesado acompañó sus palabras mientras se rendía ante la idea de negar lo obvio.—

Spreen: Solo una pequeña cosa. —una sonrisa ladina acompaña sus palabras, complacido y divertido de que el contrario se haya resignado a no mentir sobre aquella verdad.— Vos tenés que cuidar de mi pollería. Cuando te necesite  venís, así de fácil, capo.

Auron: ¿Solo eso? —levantó ligeramente una ceja mientras preguntaba. Esperaba un tipo de explotación laboral, no algo tan relajado.—

Spreen: Sí. Nada más. ¿Verdad que es una propuesta buena?

El castaño no iba a negar no obvio. Esperaba que Spreen fue un maldito explotador y más aún conociendo ese pequeño defecto de su persona. Muy en el fondo sentía agradecimiento de que esté no ocupara aquello a su favor más allá de lo aceptado.

Spreen: ¿Entonces qué decís? —mira al contrario en espera de una respuesta.—

Auron: Acepto —una suave sonrisa se posa en sus labios. Estaba seguro y conforme de su respuesta.—

Spreen: Perfecto, mañana te digo de los detalles.

Auron: De acuerdo. Entonces me piro. —se levantó de su asiento sin muchos ánimos de seguir ahí. No quería arriesgarse a que el solo se arrepintiera.—

En cuando salió de la pollería, la mente del castaño no pudo pensar en otra cosa más que en la recompensa que su trabajo tendría. Podría tener una mejor relación con aquel oso, el cual era influyente, razón por la cual jamás le caería mal aumentar una relación de amistad, al mismo tiempo que conseguiría sus dos cosas amadas. Dinero y poder.

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Esto está editado, así que si él capítulo no es igual a como lo recuerdan es por eso razón. Los demás capítulos también serán corregídos. Podrán saber si están corregidos por la especificación que pondré.

-Editado-

||15-9-24||

°∆𝑀𝑦 𝑊𝑒𝑎𝑘𝑛𝑒𝑠𝑠∆°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora