El Hospital de Espejos

ADVERTENCIA: Este libro tiene la modalidad de lectura activa. Esto quiere decir que el narrador puede cambiar en ciertas ocasiones. El lector deberá discernir qué personaje está hablando de acuerdo al contexto.

El Hospital de Espejos

Capítulo I

El Hospital Trinidad

En la parte sur de Santiago, específicamente en la comuna de San Bernardo, se montaba un hospital gigante, que se construyó tras la iniciativa de unos privados con mucho poder. El Estado había decidido previamente destinar las arcas fiscales a la inversión de una construcción del metro para aquellas comunas, y así conectar el sur de Santiago con el centro. Sin embargo, se optó por construir el Hospital Trinidad para atender a las personas tanto de regiones como del centro del país, lo que resultó en una de las políticas públicas más exitosas de todos los tiempos. El hospital tomaba el tamaño de una industria maderera de 5000 mil metros cuadrados que por casos de corrupción, tráfico de armas entre otros tuvo que cerrar. Todos sabían lo que había pasado en la antigua industria excepto las personas que deberían saber...

En el año 2068 se descubrieron medicinas para varias enfermedades importantes, pero los medios para curarse de ellas eran terribles. (Inconcluso)

El hospital era lo suficientemente grande para albergar a una gran cantidad de enfermos, además de tener una infraestructura adecuada para cada uno de ellos, junto con los mejores médicos calificados. Las cirugías, trasplantes, rehabilitaciones, operaciones y tratamientos resultaban ser todo un éxito en comparación a los otros hospitales. Tenía 60 pisos y una tecnología de punta que era increíble. Lo único que podría considerar como «malo» es que no había locomoción directa, es decir, se tenía que tomar metro y luego una micro, o derechamente pedir un auto por las aplicaciones. Este lugar era un buen lugar tanto para el paciente como para el médico, una inversión que no se había visto jamás en salud luego del conflicto naval del 2028.

Sin embargo, no todo podía ser felicidad en este hospital que prometía ser uno de los mejores de toda latinoamérica. El gran y misterioso problema de este lugar era que una cierta cantidad de personas desaparecían sin dejar ni un solo rastro de su existencia. Pacientes, trabajadores, visitas, sin importar edad, etnia o sexo, incluso animales y cosas. ¿Cómo es que puede ocurrir algo así? ni siquiera las mismas autoridades han podido responder a esta pregunta. Nadie quiere ingresar a este hospital por miedo a perderse, pero saben que en ese hospital se curarán sin importar su enfermedad. El miedo está en perderse y no volver jamás. Algunos lo intentan y en efecto vuelven sanos y salvos sin experimentar ningún problema. Otros desaparecen y con ellos todas sus cosas, incluyendo acompañantes y hasta el personal hospitalario que los atendían.

Por otro lado, la Policía de Investigaciones se llena de causas por presunta desgracia que no se han podido resolver, mientras miles de familias lloran la pérdida de sus seres más queridos.

Si perder un ser querido y no saber dónde está es lo más terrible que le puede pasar a un ser humano, entonces este hospital es un arma de doble filo. Ciertamente, entrar en este lugar es un riesgo que nadie quiere correr, a menos que su situación sea de suma urgencia.

En medio de un montón de libros que me compré hace muy poco, una historia venía contenida en el "segundo libro de la poética de Aristóteles". Yo creo que esta historia es imposible que haya sucedido, aunque de ser verdad explicaría miles de hechos que se conectan de manera irrefutable a otros que han aparecido en la televisión. La historia la contaré sobre la base de lo que leí, pues la letra es aún ilegible y me tocó interpretar la mayoría de los pasajes. No creo que nuestro amigo haya anotado todo lo que veía y todo lo que pensaba pues notarán que es difícil hacerlo acorde a lo que va pasando en la historia.