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Después de haberse hecho esa pregunta frente al espejo, Soul dejó caer su mano fría y llena de cortes. La misma mano con la que acariciaba el rostro de la persona la cual amo durante su fría pasada por la secundaria. Ese rostro que lo miraba con determinación cada vez que el hablaba.
El mismo rostro que no iba a ver nunca más, al que no pudo contestarle la verdad a esas preguntas extrañas, que ahora cobran sentido en el vacío.
Soul se sentía vacío sentía que la sangre salía lentamente de su muñeca, el podía sentir perfectamente como el frío del suelo entraba en su cuerpo y llegaba a los huesos.Él sabía que las respuestas que le dio no eran las que realmente quería decirle.
Soul quería decirle que si le llega a pasar algo haría cualquier cosa para salvarlo, que estaría dispuesto a dar su vida por el.Con todo el dolor que sentía Soul por la perdida de keeho, el cual se mató enfrente de sus ojos saltando a las vías del tren, ese tren que no tenía freno, las luces y la lluvia no lo dejaban ver el rostro de Keeho, pero Soul vio como este sonreía.
Su última sonrisa se la llevó el, la persona que Keeho más amaba, pero la persona que Soul más odiaba.
Soul se levantó del frío suelo y se miró una última vez al espejo, sonrió a sí mismo y dijo unas palabras que a Keeho le hubieran salvado la vida.
"Mi corazón siempre te pertenecerá, aquí o donde sea que estemos".
Con esas últimas palabras Soul se desplomó en el suelo y dejó de respirar.
Soul se llevó con el toda la culpa, el era el primero que sabía que Keeho se odiaba y tenía que intentar salvarlo, es sabía que algún día tomaría esa decisión, pero nunca hizo nada para frenarlo.
Ahora en algún lugar Soul y keeho se encuentran perdidos