Una Vida a tu Lado [TERMINADA]

"54"

Narra Fabián Hoffmann

Entré en la habitación y no ví a Grecia en ningún lado, supuse que estaría en el cuarto de abajo, o en el baño. Iba a abrir la puerta del baño hasta que oí mi teléfono sonar en mi pantalón

—¿Si? —dije en un tono de voz bajo

—Fabián, Luca Evans sabe que es hijo de Albert, hizo una escena en la casa de los Hoffmann, pidiendo encontrar en algún lugar a Albert por la muerte de su madre, y la tuya

—¿Cómo Luca se enteró? —ahí subí un poco más mi tono de voz

—No lo sé. Te informo ya que ese hombre es capaz de llegar hasta aquí, Italia, con tal de buscar a Albert y es peligroso, podría descubrirte

—Gracias por informarme, Colton

—Te mantendré en contacto

Corto la llamada y solté y gran suspiró de fastidio

—Carajo

Oí una puerta detrás de mí, me giré y ví como Grecia salía del baño, mirándome con el ceño levemente fruncido

—Amor —me acerqué y besé su mejilla con suavidad —¿Cómo estás?

Rogaba al cielo que no hubiera escuchado lo que dije durante la llamada

—¿Qué pasa con mi hermano?

Suspiré. Maldición, la persona que menos quería que supiera esto ya lo sabía

—Grecia...

No era muy sencillo decirle que teníamos un hermano en común. Sonaba incluso mal

—Fabián dime —habló un poco enojada, lo sentía en sus palabras

Tomé su mano y la guíe hasta la cama, dónde nos sentamos

—Bien —suspire

—Me preocupa tu actitud. —acarició mi mejilla

—Hace unos meses, la noche en la que... Albert entró en la casa y te atacó —asintió —Me reuní con mi abuelo ese día y el me dijo que...Luca, es hijo de Albert

Abrió sus ojos como platos

—Pero...

—Los únicos en saber era tu madre y tú padre. No sé cómo Luca se enteró, pero quiere hablar con Albert, por matar a su madre y...por matarme a mí. Todos creen que mi muerte fue su culpa

Palideció enseguida

—Hey, Hey —tome su rostro. En verdad se veía muy pálida —Todo va a estar bien, voy a evitar que Luca...

—¿Por qué no me lo habías dicho antes? —me miró a los ojos —¿Porque hasta ahora me dices esto? Es algo muy importante Fabián y hasta me lo dices, se trata de mi hermano y Albert.

—No lo sé... No quería que te agobiaras con más cosas...

—¡No me trates como una niña! —habló definitivamente enojada —¿Siempre quieres ocultar me las cosas?

Se levantó de la cama y echó su cabello hacia atrás

—Perdóname, han pasado muchas cosas desde entonces

—No sé si esto pueda continuar —dijo y me callé enseguida

—¿A qué te refieres? —me puse detrás suyo

—No se si pueda seguir así, Fabián —la tomé de los brazos y la gire

—¿Porque me dices esto? No entiendo

—Que no quiero seguir así —me miró a los ojos —Estar aquí, encerrada, escondida...

—Pero estamos juntos —tome sus manos

—Si pero esto no es vida —soltó mis manos

Narra Grecia Evans

No podía seguir así, en la incertidumbre mental. Estaba embarazada y a Fabián no le iba a gustar la noticia. Y ahora que escuchaba esto, necesito estar con mi familia, no aquí. Amo a Fabián, pero ahora existe este bebé, un bebé que estará en mis brazos dentro de 8 meses, y no podía seguir corriendo peligro aquí.

—No voy a dejar que te vallas —dijo y lo mire enseguida

—¿Cómo? —arrugue el entrecejo —No puedes hacer eso

—¿Crees que voy a dejar que te vayas? —su mirada en verdad cambió. Fruncí el ceño y sus ojos estaban dilatados

—No puedes hacer eso. Soy libre de hacer lo que yo quiera, y si quiero irme voy a hacerlo...

—¡Dije que NO! —tomó mis brazos con fuerza

—Todos creen que estás muerto. Si vuelvo no habrá diferencia y...

—¡BASTA!

Me pegó contra la pared de golpe y solté un chillido por la sorpresa.

—Fabián, suéltame —nunca lo había visto así

—¡No voy a dejar que te vayas de aquí! ¡Eres mi esposa y tu lugar es donde yo esté! —hizo presión en mis brazos. Estaba agarrándome con bastante fuerza y sus palabras salían de su boca con enojo y en forma de gritos

—Fabián...me...estás...me estás... lastimando —dije con lágrimas apunto de salir de mis ojos —Me haces daño...

De un momento a otro me vió de arriba a bajo y me soltó, mirándome atónito
 
Me soltó y caí en el suelo del cansancio, un mareo me invadió, me levanté del suelo y mi estómago se revolvió.

—¿Qué...te...te pasa? —las lágrimas salieron por completo —Nunca...nunca habías hecho esto —dije con voz quebrada

—Grecia... —jaló su cabello con frustración —Perdoname... Yo... Entiéndeme

—¿Qué te entienda? —hablé con el corazón partido —¿Que tengo que entender exactamente?

—No sabes lo que significa para mí saber que quieres irte de mi lado —intentó acercarse pero lo detuve con mi brazo

—Por poco...y me pegas —seguí llorando

—No te juro que no...

—vete —lo mire —Quiero estar sola

—Pero no quiero que te vayas, amor mírame

—Dije que te fueras... —baje la cabeza

Me miró un segundo pero finalmente salió de la habitación dando un portazo

Nunca me espere una reacción así, y de Fabián, jamás. Jamás pensé que él llegaría a actuar de esa manera. Me lastimó física y mentalmente... Sus palabras, ¿no va a dejar que me vaya? Pero tampoco quiere que tengamos hijos ¿Qué quería exactamente de mi?

Cubrí mi boca con mis manos y solté mi llanto, lloré desde el alma con el corazón roto...

Recordé lo de hace un rato. Las pruebas. En realidad eso era un problema. Estar embarazada me hacía muy, muy feliz, pero me hacía pensar en lo que debía hacer de ahora en adelante, ahora debía pensar en mi, y en mi pequeño retoño

Toqué mi abdomen, no se notaba pero sabía perfectamente que se encontraba ahí dentro

—Todo va a estar bien —una sonrisa nostálgica se formó en mis labios —No voy a dejar que algo malo suceda ¿Okey?. Solo...solo

Me tragué mis palabras...

Me acerque a la gran ventana de la habitación y ví a Fabián entrar por el gran portón, el almacén con he oído

Ni siquiera sabía lo que había ahí exactamente. Pero tenía una idea, no era tonta, ahí había droga y quién sabe qué otras cosas más

...