To My Fist (AU) || Markhyuck

04

Mark caminó por los largos pasillos del estudio y cuando ubicó la puerta que buscaba, entró. Sus corazón latía desbocado y juraba que en cualquier momento saldría de su lugar.

Ver a Lee Donghyuck era como volver a saborear la vida, Mark recuerda el día que regresó a Canadá, recuerda como besó a Donghyuck, sus labios de ambos niños inexpertos moviéndose sin ritmo pero con desbordando cariño y tristeza. Recuerda haber llorado cuando llegó a casa corriendo después de dejar a Donghyuck llorando y rogando porque se quedara con él. Recuerda lo difícil que fue adaptarse a Canadá, todos los día pensando en su bello y pequeño Donghyuck.

Hace cinco años que regresó a Corea y a pesar de que había querido buscarlo, no supo dónde ya que el primer lugar al que fue, fue donde recordaba que vivían los Lee pero cuando una anciana canosa le abrió las puertas y le dijo que llevaba 6 años viviendo ahí, sus esperanzas de volverlo a ver comenzaron a desvanecerse y cuando Jeno y Yangyang dijeron que se había mudado después de que Donghyuck presentará síntomas de posible depresión, la familia Lee se había mudado para que el pequeño recibiera todos los tratamientos necesarios.

Después de todo eso, decidió que lo mejor era no buscarlo ya que se sentía culpable por Donghyuck. Ahora, si, se había desmayado y no entendía la razón. Pero si de algo estaba seguro, era que si la vida había vuelto a poner a Lee Donghyuck en su vida, no lo volvería a perder.

—¿En serio quieres hacer esto? —Mark miró a Jeno y luego a Yangyang y Ten, todos mirándolo preocupados, pero el pelinegro solo fijó su vista en el bello chico de piel morena.

—No sé si él esté bien. —susurró.

—Mark, ¿sabes que puedes hablar con él verdad?

Mark asintió; formó puños en sus manos y mientras daba su primer paso hacia el chico de piel morena, sintió un escalofrío correr por toda su espina dorsal.