Prólogo

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-Padre, que soy un maldito pecador, lleno de sueños impuros que corrompen mi alma, tan incontrolabes, siento cada vez el vehemente deseo de montar su regazo en este momento-confiesa el menor-Padre ¿qué hago para dejar de pensar en usted de esta ma...

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-Padre, que soy un maldito pecador, lleno de sueños impuros que corrompen mi alma, tan incontrolabes, siento cada vez el vehemente deseo de montar su regazo en este momento-confiesa el menor-Padre ¿qué hago para dejar de pensar en usted de esta manera tan impudica?

El párroco tragó en seco, todo lo que había escuchado retumbó en su cabeza.

-Reza tres ave maría y, seis padres nuestros.

Park se exaltó al ver al pelirrubio abrir la cortina del confesionario, acercándose a él con una mirada lujuriosa, sus labios rojizos, sus pupilas dilatadas, hasta quedar hincado frente al hombre de la sotana, dentro de aquel pequeño recinto.

-Te irás al infierno, pecador.

-Entonces arderemos juntos.

-Entonces arderemos juntos

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PROFANO | SUNSUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora