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-Entonces...Sasha Waybright...¿me permitiría el honor de poder ser su novia? -pronunció la azabache sosteniendo en su mano un ramo de Tulipanes mientras desviaba su mirada de la más alta y con un notable nerviosismo.
La rubia no sabía que decir, estaba en completo shock y sus mejillas estaban tan coloradas que no se comparaban con el color del tómate más fresco y maduro que pudiera existir.
Se quedó meditando un tiempo que para la más baja parecían horas. Sentía como comenzaba a sudar y claramente eso no estaba en sus planes de «verse presentable para la chica de sus sueños».
Hasta que por fin, después de unos minutos, la susodicha rubia exclamó con cierta duda en su palabra.
-Marcy yo...n-no lo sé ah...dame un tiempo para pensarlo mejor, por favor... - al decir aquellas palabras se fué del lugar caminando lo más rápido que podía. No sabía si lo que sentía por Marcy era amor o simplemente amistad y quería descubrirlo antes de darle una respuesta clara a la que consideraba como una de sus mejores amigas desde la infancia.
Lástima que aquella dulce azabache malinterpretara todo pensando así que había sido rechazada por su querida amada, se sintió tan destrozada que rompió en llanto al ver como la silueta de la Alemana abandonaba por completo su campo visual.
Desilusionada, volvió a su casa con sus ojos llorosos entrando con pasos lentos. Al percatarse que nadie estuviera en casa se dirigió a la cocina en busca de un tarro de helado de menta con chocolate que tanto le gustaba. Ya en su cuarto con su pijama puesta se dedicó a comer su helado mientras veía películas románticas preguntándose a sí misma «¿que hice mal?» y cada que la respuesta de aquella hermosa rubia volvía a su mente; las ganas de volver a soltar aquellas lágrimas retenidas también lo hacían.
Pero claro... Marcy no podía sentirse triste por siempre, es más, tenía derecho a enojarse.
Pensó que ella y Sasha tenían algo más. Hasta la trataba con más dulzura y cariño que Anne, simplemente no era justo que ella tuviera que ser la que se entregara en cuerpo y alma mientras la rubia dubitaba si dar un paso más.
Por otro lado tenemos a una Alemana recostada en su cama perdida en sus pensamientos mientras centraba su vista en el techo adornado con posters de sus bandas favoritas.
Marcy era como un sol, un sol muy hermoso que alumbraba su vida con una sonrisa encantadora; era el sol más hermoso que pudiera existir... Marcy era su sol, el motivo de sus sonrisas, de su nerviosismo y de aquellos tontos suspiros que creía solo eran vistos en tontas películas de amor adolescente que eran de todo menos cercano a la realidad.
Ahora todo tenía sentido, estaba enamorada de Marcy...¿Cómo no pudo haberse dado cuenta antes? Sin embargo, aún no sabía si estar con ella sería lo correcto, tenía miedo de perder su reputación en la escuela y que los rumores de que la Waybright menor estaba saliendo con una chica llegaran a oídos de sus padres, pero su corazón le gritaba fuertemente que eso era lo de menos, que Marcy era mucho más importante al igual que sus sentimientos.
A todo esto, el fin de semana había pasado más rápido de lo esperado y era hora de enfrentarse a su querido sol.
Al no compartir clase con Marcy, esperó con una clara impaciencia a que llegara receso, no había visto a Marcy desde que llegó pero gracias a Anne sabía que la azabache si había asistido.
Sonó el timbre que indicaba el tan esperado receso dando señal a la rubia de salir lo más rápido posible, no sabía el porque de aquella prisa, algo dentro de ella le decía que tenía que hablar lo más antes posible con la Azabache.
Después de un rato la encontró en la biblioteca del lugar, aparentemente solo se encontraba ella sola, así que aprovechó esa oportunidad para poder hablar tranquilamente.
-¡Marshmellow! -Canturreo emocionada acercándose rápidamente hacía ella en busca de un abrazo que para sorpresa de esta lo único que recibió fué un leve empujón que logró impedir el tacto de la rubia hacía la azabache.
-¿Ahora si me quieres, Sasha? - verbalizó no sin antes proporcionarle una cara de amplio enojo.
La contraria se quedó sin palabras viendo con una mezcla de confusión y sorpresa a la azabache.
-¿de que hablas Mar-Mar? - dijo con clara confusión que se dejaba visualizar gracias a su gran talento de expresar cada emoción con un simple gesto.
-Creo que sabes muy bien de lo que hablo...me dejaste muy en claro que no quieres nada conmigo y si no tienes nada más que decir permíteme retirarme por favor. - ni siquiera esperó un respuesta de la Alemana para levantarse e irse rápido de ahí, quería evitar lo más que podía a aquella rubia. En Aquellos dos días de larga tristeza logró mentalizarse a sí misma que una relación no le vendría bien.
Fácilmente podría bajar sus calificaciones por darle atención a su pareja y eso lograría el descontento de sus padres, o almenos, eso era lo que ella pensaba.
Pobre e ingenua Marcy...si supiera que aquella Alemana daría hasta su vida por ella todo sería diferente, pero al parecer Cupido no quería un buen final para estas dos... Logrando así que la Azabache congelara su corazón con el fin de no volver a llorar nunca por nadie más.
Pasaron los días y Marcy evitaba cada vez más a Sasha, al punto de alejarse por completo de esta.
Sasha no sabía el porque de esto, comenzó a preguntarse en cada momento si había hecho algo mal, incluso preguntó millones de veces a Anne si sabía algo, sin embargo nunca obtuvo una respuesta.
Lloró, lloró mucho, quería estar con Marcy, ¿por que de repente ya no quería ni verla? ¿Hizo algo mal? ¿Se aburrió de ella? No lo sabía, pero tampoco pidió perdón, no porque no quisiera, si no porque la azabache no le permitía nisiquiera tener una pequeña charla.
Le dolió por mucho tiempo hasta que al final se rindió, se rindió de tratar y a pesar de aún sentir un inmenso amor hacia aquel sol que alguna vez alumbró sus días tuvo que dejarla ir, observó como ese sol dejaba de brillar para ella y ahora brillaba solamente para el viento, aquel viento que alguna vez le ayudó, se dió cuenta que ya no le importaba al sol y que ese sol ya no brillará para ella.
Es una lástima que esta bella historia de dos chicas que una vez se amaron a más no poder terminara tan dolorosamente por un simple malentendido, el ser humano es tonto, sobrepiensa cosas que no son cuando es completamente lo contrario acabando así con bellas historias que hubieran podido florecer al igual que una hermosa Rosa.
Sasha se enamoró de la eterna luz soleada; En cuanto su resplandor apagó, la noche eterna invadió las calles de su alma.
Y Marcy se enamoró de la Luna, de esa Luna con millones de estrellas, que pensó no se fijaría en ella, una estrella más del montón.
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ESTEM- hola.
KSHDK nosequedecir
No sirvo para estas cosas 🤣😭
Ee- ¿les gustó?
No soy escritora profesional, de hecho, esta es la primera historia que publico en esta cuentayaja, coso em
Mondongo
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- O sol ea lua - Sasharcy
Romance╰╮♡﹕ «Marcy era como un sol, un sol muy hermoso que alumbraba su vida con una sonrisa encantadora; era el sol más hermoso que pudiera existir...Marcy era su sol» . ˚₊ ・ ─ ・ ⋯ ・ ─・ ⋯ ⊹ ♡₊˚๑ - Créditos del arte: @/amanekkun (twt) - Historia inspirada...