capitulo 2

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La clase deporte había terminado, ya era hora de irse a casa el día había terminado para todos menos para mi, camine a una esquina y me quite el zapato y mi calcetín observe mi pie, el rancio olor de este me sorprendió, siempre supe que olían, pero no tanto, observé a las diminutas motas moviéndose por mi suela entre la mugre y el sudor.

Pude distinguir a Víctor, tan pequeño, lamiendo mi sudor con una pasión que me costaba entender, los demás chicos estaban en lo mismo, arrugue la planta de mi pie, algunos pequeños salieron volando por el inesperado movimiento y cayeron en otra parte de la planta del pie.

-Bueno hora de volver a casa, no piensan volver a la normalidad?-

Dije mientras los veía muy concentrados bebiendose hasta la última gota de sudor, Víctor volvió a su tamaño normal pero para aclararme algo.

[Hanna, el trato incluye estar en tus pies todo el tiempo, incluso después de clases o si no no hay paga, por cierto me comunicare contigo por el teléfono ya que esta será la última vez que volveré a mi tamaño normal hasta que se acabe la semana así que hora de volver a tu bello pie]

Dijo el en un tono enfermizo

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-Tu puta madre Víctor, bueno hazte pequeño denuevo quiero irme a mi casa-

Dije un poco molesta el  chico se hizo pequeño y cayó en mi pie, me puse la calceta y volví a meter mi pie dentro del apestoso zapato, salí de la escuela, caminando entre la gente, cada paso que daba me mantenía en un gran suspenso, me preguntaba como ellos podían soportar esto, tenía miedo que en el próximo paso pudiese oír el crujido de sus aplastados cuerpos bajo mi pie.

[Pov de Víctor]

Cada paso que ella daba me causaba un gigantesco placer, el olor de sus pies era glorioso, sentía como mi pene se frotaba contra su planta, yo la besaba con la misma pasión que solo yo podía darle, espero que ella pueda sentirme.

-Pov de Hanna-

Después de un rato llegue a casa, camine directamente hacia mi habitación, me senté en el borde de la cama y miré mis pies por unos segundos, desate mis cordones y saque el pie de la zapatilla, me quité la calceta ya muy sucia y miré la suela de mi pie con cierta combinación de asco y curiosidad.

El rancio olor me golpeó como una bala, aún me costaba creer lo tanto que podían llegar a oler mis pies. Era un olor rancio en su mayoría, pero con un toque muy salado no podía identificar el resto de el poderoso aroma que emanaba mi pie.

-Bueno, espero que valgan la pena esos tres mil-

Dije entre dientes mientras observaba a los chicos, en eso Víctor me mandó un mensaje a mi teléfono.

[Hanna, quieres 100 dólares extra]

-Si, pero que hay a cambio?-

[Unos de mis amigos quieren  estar en tus axilas durante todo el resto del día de hoy y mañana así que? Aceptas?]

Lo pensé por unos minutos, pero ni codicia me gano de una.

-Si... acepto-

Escribe con manos temblorosas en el teclado de mi viejo celular, nunca creí que sería millonaria pero a este paso creo que es una gran posibilidad.

El teléfono vibró, era otro mensaje de Victor.

[Ok, a que esperas?!]

Valla, no puedo creer que estos raritos ahora quieran estar en mis axilas, por el resto del día, pero bueno el dinero es lo que importa en mis negocios sucios, tome un poco de cinta, una pequeña parte, los chicos saltaron a esta, unos 5 en total incluyendo al rarito de Victor.

Se quedaron pegados a la cinta, levante mi brazo dejando ver mi axila sudada, los acerque y los pegué a esta, me aseguré que estuviesen bien pegados y luego bajé el brazo dejandolos en una prisión caliente, húmeda y olorosa.
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[Pov de Victor]
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El calor invadió mi cuerpo, no podía moverme y el aire de mis pulmones fue totalmente sustituido por aquel aroma del sudor de Hanna, su axila era muy limpia parecía que se depilo hace poco pero ya algunos pelitos estaban comenzando a crecer, el sudor nos empapó por completo a mi y a los otros incluso más que cuando estábamos en su zapato.... carajo, como te amo Hanna, te amo, te amo, te amo...
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-Pov de Hanna-
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Me sentía incómoda con esto a diferencia que en mi pie, ahora si puedo sentirlos moviéndose de un lado a otro, pero bueno yo me metí sola en esto no hay vuelta atrás y la paga, la paga valdrá la pena.

Me acosté en mi cama, aún tenía el uniforme puesto, tal vez me lo iría a cambiar en un rato pero por ahora solo estaré acostada, pensando sobre mi vida, mire mi habitación, las paredes de un leve color rosa desteñido, la pintura se estaba cayendo, un viejo clóset con varios cajones estaba al lado de mi cama ahí guardaba toda mi ropa y mi cama, los diminutos chicos me causaban una gran sensación de cosquilleo tanto en mi pie como en mi axila, solo los voy a ignorar.

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Nota: en este capítulo quería meterme más a la vida de Hanna y ver el punto de vista de Víctor el cual tiene una obsesión enfermiza con la protagonista, en futuros capítulos veremos más de estos dos personajes

Negocios Sucios (GTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora