Prólogo

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Mi familia era bastante incomunicada entre ellos, no eran nada unidos. Y no los culpaba, cada uno tenía su estilo de vida, sus trabajos, pero, cuando papá salía por necesidad, la única que era capaz de ofrecerme sus brazos y su techo era la tía Delilah. Siempre me preparaba Té de manzanilla, jugaba mucho conmigo. No tenía hijos, jamás supe por qué, estaba divorciada, pero tenía dos perros llamados Tina y Bartolo, y después de esos dos pequeños animales, el segundo ser humano que ella más quería, era yo.

-Verás Eider, tu padre no estará aquí, pero quiero que corras con todas tus fuerzas, corre por tu padre, cariño-La tía Delilah trataba de calmar mi llanto, me encontraba a tan sólo unos minutos de empezar la carrera, y papá no había asistido como todas las carreras. Era un nacional.

Seque mis lágrimas con el dorso de mi mano y asentí mientras me sonaba la nariz con un pañuelo.

Dieron la segunda llamada para el inicio de la carrera, indicándome que debía estar en la pista.

Ya allá, comencé a estirarme un poco, mientras fijaba mi vista en las gradas, viéndolas una y otra vez, tratando de divisar al hombre castaño de ojos verdes, pero no obtenía nada.

Cuando dieron la tercera llamada, me coloque en la primera posición en la línea de salida. Número 7. Después en la segunda posición levantando un poco haciendo hacia atrás mi espalda y mi trasero.

Y se escucho el disparo.

Todos los niños de mi edad salieron disparados, comenzaron a correr mientras su cabello volaba.
Yo de igual manera lo hacia. Iba adelante de varios. Había tres chicos delante mío.
Y terminó la primera vuelta.

En la segunda comencé a perder rapidez, los tres chicos que me rebasaban se habían vuelto 5. Necesitaba ganar. Quería ganar.

"Corre por tu padre, cariño"

Esas palabras de mi tía se aproximaron en mi cabeza y comenzaron a resonar fuertemente.

Corre por tu padre, corre por tu padre.

Seguí corriendo, y en una curva logre rebasar, dejando sólo a dos chicos delante mío. Iba a ganar.

La tercera vuelta entro, y seguí corriendo, la pista no era tan larga, y yo ya había rebasado a esos dos niños, iba a ganar, iba a ganar.

Comencé a apresurarme aún más, dejando atrás a los demás competidores.

"Voltea. Les llevas ventaja, sólo voltea"

Mi cabeza era insistente, y no lo pude soportar, tenía la esperanza de encontrarme a mi padre entre la gente, así que giré mi cabeza hasta las gradas. Y ahí estaba. Con sus pantalones de trabajo, y sus botas, traía otra camisa. Estaba juntó a la tía Delilah. Y me vio. Me sonrió y gesticuló "corre"
Yo sonreí, y lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.

"Si llegó, si llegó"

De repente caí. No se como, pero caí, dando un par de vueltas en la pista, escuche unos cuantos gritos de parte del público. No me lastime, y seguí corriendo, pero cuando cruce la meta, me di cuenta de que había quedado en tercer lugar.

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⏰ Última actualización: May 15, 2015 ⏰

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