Asteroid

Capítulo 38

¿A Ying Chen le gusta desagradar tanto a la gente?

Xu Tangzhou se preguntó desde el fondo de su corazón. Realmente no eran el mismo tipo de persona, no podía jugar juntos.

Después de que Ling Che terminara de tocar esas pocas notas en el escenario, pareció darse cuenta de que todos los fans del público seguían esperando: nadie entendía su indirecta. Todos pensaban que sólo estaba pulsando las teclas al azar, y todos esperaban a que continuara con la frase anterior.

Xu Tangzhou estaba entre ellos.

Su corazón latía deprisa y las palabras de Ying Chen le habían afectado.

Aunque sabía que era imposible, tuvo algunos delirios inoportunos y absurdos debido al comentario de Ying Chen.

¿Confesión?

¿Qué quería decir Ling Che? Todavía estaba pensando en ello, así que estaba delirando un poco.

A Ling Che no le importaba si alguien podía entenderlo.

Sólo quería hacerlo, así que lo hizo, y fue sólo el cumplimiento de un deseo.

Tras una pausa, se acercó un poco más al micrófono y dijo débilmente: "¿Suena bien?".

"¡Suena bien!"

Gritaron las fanáticas.

¿Dónde sonaba bien? Xu Tangzhou sospechaba seriamente que era sordo.

Ling Che continuó: "¿Qué tal dar una actuación improvisada al azar?".

"¡¡¡Sí!!!"

"Esta canción es para ti".

Dicho esto, la cámara se acercó.

Los largos y delgados dedos de Ling Che sobre las teclas blancas y negras del piano formaban un cuadro agradable.

Una suave melodía se filtró entre sus dedos mientras Ling Che formaba nuevos acordes con las mismas notas que acababa de tocar, como si tuviera una fuente inagotable de talento que pudiera convertir en hermosa música si le dieran un comienzo al azar.

En medio de un grito aún más entusiasta, Xu Tangzhou dejó escapar un suspiro de alivio.

¡Qué diablos, lo que Ling Che había dicho que quería hacer cuando escribía 'Planeta' era 'realizar una improvisación para todos'!

Ying Chen miró a Xu Tangzhou y se sintió aún más decepcionado con él.

Pero antes de que pudiera decir nada más, vio que alguien se agachaba y era escoltado por los guardias de seguridad hasta su asiento.

Esa persona le gritó una palabra.

La música y los gritos eran ensordecedores, había demasiado ruido.

Ying Chen no lo oyó claramente: "¿Qué?"

El hombre se acercó un paso y se agachó, y Ying Chen vio en la caótica luz un rostro del tamaño de la palma de la mano, que llevaba unas anticuadas gafas de montura negra y parecía muy joven.

Este omega sacó un boleto y señaló el número que aparecía en él, gritando con todas sus fuerzas: "¡Mío! ¡Mi lugar! ¡Mi posición!"

El concierto casi había llegado a la mitad antes de que él llegara tarde, ¿cómo demonios consiguió entrar esta persona a través de seguridad?

Ying Chen no quiso moverse. No tenía motivos para alojar a un niño que llegaba tarde: "Es inútil, está caducado".

El omega se enfadó y otra oleada de gritos salió de los fanáticos. Abrió mucho la boca y dijo algo brusca y rápidamente. Ying Chen no pudo oír ni una sola palabra.