Reencarnando en kimetsu no yaiba "voluntad del sol"

Capitulo 12

CON OYAKATA-SAMA

En la residencia ubuyashiki, se daba una conversación un tanto peculiar

Oyakata-sama: así que estas aquí... kibutsuji... muzan

Ubuyashiki ayaka tenía enfrente al padre de los demonios y a su lado estaba a su esposa amane

Muzan era un hombre con un traje de hombre de negocios, usando vestimenta occidental bastante sofisticada para la época, destacándose un sombrero de fedora de color blanco y una corbata de color rojo. En cuanto a su apariencia física, Muzan tiene el aspecto de un hombre joven de aproximadamente 25 años; tiene el pelo corto con un peinado en rizos con algunos mechones colgando en su frente. Como todos los Demonios, Muzan tiene los ojos similares a los de un felino, en su caso, de color rojo ciruela

Oyakata-sama: estoy seguro que estas completamente enojado conmigo... solo yo... fui el único... que creyó que vendría a matarme

Muzan: me decepcionas, ¿en serio la familia que me ha perseguido por mil años se ha reducido a esto?... repulsivo, realmente repulsivo

Lentamente oyakata-sama se levantó de su cama en la que yacía descansando, su cuerpo estaba vendado completamente, su cuerpo temblaba debido al fuerte dolor que sentía, cuando se levantó la venda de su cara cayo un poco y se vio la cara en el terrible estado en el que estaba, su ojo estaba sangrando y parecía que su vista se perdería pronto

Oyakata-sama: los doctores me dijeron que hace seis meses que yo iba a morir en un par de días... pero estoy aquí vivo, yo únicamente me centre en vencerte a ti muzan

Muzan: tus absurdos sueños se irán a la basura esta noche, me encargare de eso personalmente

Oyakata-sama: ambos poseemos la misma sangre... tu naciste hace mil años... así que tu sangre puede ser diferente a la mía

Muzan: ¿Qué pretendes con esto?

Oyakata-sama: un monstro como tu proviene de esta familia... y por eso mismo mi familia fue maldecida... cada bebe que nacía en nuestra familia era débil y moría instantáneamente... cuando nuestra familia estuvo a punto de desaparecer, los sacerdotes nos aconsejaron... que deberíamos encomendar nuestras vidas a matarte, si lo lográramos nuestro apellido no desaparecía... hemos recibido esposas de parte de sacerdotes durante generaciones y por eso nuestros hijos se han resistido ante la muerte

Muzan: ¿acaso se te arruino el cerebro? Lo que dices no me importa en absoluto

Muzan le dio una sonrisa burlona a oyakata-sama

Muzan: el cielo no me está castigando

Oyakata-sama: dime muzan... ¿Cuál es tu sueño?... déjame adivinar, sueñas con la eternidad... sueñas con ser indestructible

Muzan: exacto y se hará realidad una vez que me des el lirio de la araña azul

Una sonrisa serena adorno el rostro de oyakata-sama y con la misma voz calmada que lo caracteriza

Oyakata-sama: tu sueño no se hará realidad

Muzan: a diferencia de ti, yo tengo todo el tiempo del mundo ¿sabes?

Oyakata-sama: tu estas mal interpretando algo

Muzan: y ¿eso sería...?

Oyakata-sama: yo se algo sobre la eternidad... la eternidad no es más que el pensamiento de las personas, los pensamientos duran para siempre... son indestructibles

Muzan: no hablas más que estupideces

Oyakata-sama: en más de mil años aun seguimos existiendo. Es verdad que muchos niños han muerto, pero no desaparecen por completo, lo acabas de decir tú mismo... la verdad es estúpida, permíteme demostrarte que los pensamientos humanos son indestructibles... el rencor creado a partir de "jamás perdonarla vida de aquellos que han asesinado a nuestros seres queridos sin sentido alguno" es eterno... a ti no te han perdonado en estos mil años