6. Como la luna

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En el mundo hay muchas personas, con muchas personalidades y cualidades; son estas cosas las que nos hacen diferentes y únicos. A veces yo suelo clasificarlas como Luna y Sol.


El Sol brilla, es cálido y lo asociamos a la felicidad. Su luz es capaz de alejar cualquier oscuridad y nos invita a salir de nuestro caparazón y hacer cosas nuevas, a tomar riesgos y vivir el momento. Las personas que son como el Sol, suelen ser grandiosas, con una luz increíble que sólo puede ser comparada con esta gran estrella. Alejan cualquier oscuridad y te hacen sentir que eres especial.


La luna brilla, pero es fría. La asociamos a la tristeza y la oscuridad, nos provoca algo de miedo, puesto que su mirada es tan profunda que llega a nuestra alma, haciendo que nos sintamos cohibidos porque sabemos que ella nos conozce mucho mejor. Pero ella es muda y tranquila, nos envuelve y nos arrulla, como un bebé en nuestra cuna.


Mientras que unos son como el Sol, yo quiero ser como la Luna, para brillar y tener mi luz; porque aunque el Sol brille y sea cálido, la Luna con su brillo te envuelve y te invita a mirar, porque no te va a cegar con su luz. Ella te invita a estar cómodo y aunque esa luz no posea cálidez, es la serenidad que ella evoca la que te hace sentir seguro y amado.


Por eso quiero ser como ella, quiero brillar y que las personas se sientan atraídas por mi, para hablar y tener conversaciones que nos hagan sentirnos vivos, de esas que solo se tienen en las noches cuando somos vulnerables, que mi suavidad las envuelva y las invite a sentirse cómodos y escuchados, así como la Luna escucha cada noche a la estrellas y las invita a seguir brillando. 

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⏰ Última actualización: Dec 12, 2022 ⏰

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Palabras de una mente saturadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora