Oscuridad latente

Capítulo 2

A la mañana siguiente (King's Cross)-

Un hombre de cabello negro caminaba diligentemente hacia la barrera que lo llevaría a la Plataforma Nueve y Tres Cuartos, porque tenía mucho tiempo libre. Había tomado el 'autobús noctámbulo' para llegar a King's Cross, que era muy rápido, sutil y económico. Una vez que llegó, atravesó la barrera y caminó por la plataforma en busca de un compartimento vacío.

Harry solo tenía un pequeño baúl en la mano; era un baúl encantado mágicamente, dentro había espacio más que suficiente para llenar una casa. Su baúl tenía todo lo que desearía, su guardarropa, todos sus materiales de investigación, sus libros, uniformes recién confeccionados y todo lo que necesitaría para su vida diaria. Actualmente, vestía un jean negro, con una camiseta blanca y un blazer negro de corte casual encima.

Subió al tren y encontró un compartimento vacío; abrió la puerta del establo y entró. Dejó su baúl en la repisa superior y se sentó cerca de la ventana.

Menos de diez minutos después, alguien llamó, pero no a la puerta, sino a la ventana de vidrio a su lado, miró hacia afuera solo para ver a Hermione parada allí con sus padres mientras murmuraba insegura: "¿Harry...?" Él le sonrió reconociendo su presencia, adivinó por qué no estaba segura de que fuera él y sabía que no podía culparla por eso ya que había cambiado mucho físicamente durante el verano.

Rápidamente abrió la puerta y salió del tren justo a tiempo para ver a Hermione abrazando a su madre para despedirse. Ella casi saltó hacia él y él la saludó felizmente, "Hola Hermione..."

Pero ella no le devolvió el saludo; en lugar de eso, casi saltó y lo agarró de la oreja izquierda, lo tiró hacia abajo y le preguntó furiosa: "¿Por qué no me respondiste durante el verano?".

"Ay, ay, ay, ay, ay, por favor... lo siento, lo siento, lo siento..." Rápidamente siguió repitiendo sus disculpas mientras ella lo pellizcaba con más fuerza, lo que lo hizo retorcerse aún más de dolor.

Los padres de Granger trajeron el carrito detrás de ella, estaban un poco divertidos e hicieron una mueca al mismo tiempo que notaron que su hija estaba agarrando con fuerza y ​​tirando de la oreja de Harry cuando se dieron cuenta de que estaba bajo su misericordia.

Finalmente, Hermione lo soltó y él gimió en voz alta, "AHHH... ¿ERA ESO NECESARIO?"

Hermione entrecerró aún más los ojos y dio otro paso adelante y él reflexivamente se cubrió ambas orejas con las manos mientras estaba de acuerdo con ella y se disculpaba con ella casi instantáneamente en un tono más tranquilo que antes, "Lo siento... lo entiendo, fue completamente solicitado, nada de qué preocuparse, estoy bien."

Sus expresiones se suavizaron un poco cuando le preguntó en voz baja, casi como si no estuviera fuera de peligro: "¿Cómo te sientes?"

"Sobre...?"

"Sirio...!" Hermione exclamó con cuidado.

Él sonrió un poco ante su preocupación, pero sobre todo para ocultar su propia tristeza, "¡Triste! Es difícil imaginar que se haya ido, pero lo estoy afrontando, no obstante".

Los Granger sabían de la muerte del padrino de Harry y por eso simpatizaban con él. Ignorando el dolor punzante en la oreja izquierda, levantó la mano y la sostuvo hacia el señor Granger, que acababa de caminar junto a Hermione, el hombre la tomó y se estrecharon la mano, dijo: "Encantado de conocerlo de nuevo, señor Granger. "

"Yo también, señor Potter". El hombre mayor asintió positivamente y le devolvió el asentimiento.

"Llámame Harry, por favor..." Luego asintió con la cabeza a la señorita Granger, quien le sonrió brillantemente.