Visitante inesperado

Capitulo 11

Oye, ha pasado un tiempo desde la última actualización, lo siento. El semestre de la universidad casi ha terminado, así que espero poder escribir más. De todos modos, gracias a aquellos de ustedes que están disfrutando de la historia y dando sus comentarios. Muchas gracias al servidor de discordia OG, 'Butdile' por su trabajo de beta. Si quieren chatear con algunos lectores y escritores, o incluso leer algunos trabajos que no están en FF, consulten la discordia. El enlace estará debajo. De todos modos, solo quedan unos pocos capítulos antes de la primera desviación 'importante' del canon, espero que lo esperen con ansias.

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Los ojos de Ichigo se abrieron lentamente en la mañana del día siguiente, estremeciéndose ante la cálida luz dorada que caía sobre él. Se humedeció los labios, amontonando las mantas a su alrededor mientras se tomaba un momento para permanecer acostado. Podía escuchar el canto de los pájaros afuera, y por la cantidad de luz solar que aún entraba a la habitación por la ventana, podía decir que había dormido más de lo habitual. Se quitó las sábanas del cuerpo después de diez minutos, el tiempo suficiente para deshacerse del resto de la somnolencia que sentía por las mañanas.

Frotándose los ojos suavemente, se puso de pie y se dirigió al baño para comenzar su rutina habitual. Un rápido cepillado de dientes y una ducha ocuparon veinte minutos de su tiempo, pero pronto se vistió con ropa similar a la del día anterior. Todavía se sentía bastante incómodo al verse a sí mismo con la ropa nueva, y estiró sus extremidades a su alrededor, pero hasta que pudiera hacer un viaje a la tierra de Hierro, su ropa preferida tendría que esperar. ¿Quizás una de las tiendas podría hacerlos a medida? No era como si estuviera corto de dinero.

Dejando ese pensamiento a un lado por el momento, Ichigo se dirigió a la cocina. La casa estaba en silencio con el único ruido proveniente de los animales afuera y la suave brisa golpeando los árboles. Tsunade se había ido sin duda. El pensamiento del rubio le trajo el recuerdo de su cena la noche anterior, y no pudo evitar sonreír con cariño. Su charla había sido agradable y esperaba que tal vez ella revocara su prohibición de usar el campo de entrenamiento si se lo preguntaba una vez más, aunque algo le dijo que era una ilusión. Si estaba siendo honesto consigo mismo, un incidente similar sería más inevitable que una posibilidad.

Sacando un plato de la alacena, Ichigo se sirvió algunas sobras de la noche anterior y colocó su plato sobre la mesa. Antes de que pudiera regresar por un trago, se detuvo a medio paso cuando notó una pequeña nota en el centro de la mesa. Retirando el salero que actuaba como pisapapeles, lo acercó a la altura de los ojos.

Ichigo, después de desayunar ven a la torre. Tenemos algo importante que discutir.

-Tsunade

Ichigo se congeló. Había tres cosas a las que esto podría estar refiriéndose. La marca en su pecho que había recibido de Momoshiki, los pergaminos que le había dado o información sobre su situación. Si bien las dos primeras eran definitivamente importantes, algo dentro de él le decía que lo único que tenía sentido era la opción final. Su corazón comenzó a latir un poco más fuerte ante la idea.

Sacudió la cabeza mientras volvía a dejar la nota sobre la mesa y se recordó a sí mismo que no debía hacerse ilusiones demasiado altas. Eso solo lo prepararía para la decepción si no recibía buenas noticias. Concentrándose en la comida mientras tanto, comió lo más tranquilamente posible, aunque el silencio que impregnaba la finca no ayudó en lo más mínimo.

Todos sus pensamientos giraban en torno a finalmente llegar a casa. Podía ver a todos de nuevo. Sus hermanas, mentón de cabra, Urahara y todos los de la Sociedad de Almas. Cerrando los ojos momentáneamente, se obligó a alejar los pensamientos una vez más y tomó un bocado de su desayuno. A pesar de que sintió el vacío en su estómago, su apetito casi había desaparecido después de leer la nota.