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- ¿Vos sos mi nueva compañera?

Pregunto el arquero con cierta confusión mientras me miraba esperando una respuesta.

- Ehm..si, soy yo, no sabía qué iba a compartir con vos, ¿puedo pasar?

Trate con todas mis fuerzas de guardarme la vergüenza que me estaba dando la situación y solo actuar lo más natural posible así que solo sonreí y lo mire observando como una media sonrisa se formaba en su cara y se hacía a un lado

- Obvio, pasa

Dijo corriéndose de la puerta para dejarme entrar lo cual hice segundos después, mire todo el lugar notando que no era ni muy grande ni muy chico, lo justo y necesario pero con buenas comodidades para dos personas.
Al ver la cama vacía, deje mi bolso ahí y suspiré por el cansancio que tenía encima, me senté y levanté mi mirada hacia el hombre que estaba a unos metros de mí.

- Pareces igual de sorprendido que yo con todo ésto

- Es que me agarraste de sorpresa, a mi me habían dicho que capaz venía uno de los utileros o algo así, pero no me molesta eh, por si pensaste eso

dijo pasando una de sus manos por su nuca, se notaba que era un poco tímido fuera de la cancha y a decir verdad me generaba un poco de ternura.

- No lo pensé, tranqui, yo creo que nos vamos a llevar bien

Sonreí y me levanté agarrando algo de ropa para así ir directamente hacía el baño, necesitaba una ducha en ese preciso momento para bajarme los nervios del primer día.
Después de un rato salí con un short y una remera un poco más grande para así dormir cómoda, Emi estaba con su Ipad y auriculares así que decidí no molestarlo hasta que su voz me saco de mis pensamientos.

- Vos estabas en la sub 20, no?

- Sisi, estoy trabajando con ellos, hace dos años

respondí mientras lo miraba y acomodaba algunas de mis cosas en mi nueva mesita de luz.
Había cierta incomodidad en el aire pero se notaba que ambos estábamos tratando de adaptarnos.

- Me parecía haberte visto en algún lado

- ¿Me habías visto ya?

Pregunte mientras me acomodaba en la cama después de haber dejado mis cosas ordenadas como a mi me gustaba, no podía con el desorden.

- Si..va, creo que si, antes de empezar la concentración había vendido y estaban los chicos y bueno, vos eras la unica chica entre los jugadores

- Entonces si era yo

Reí negando con mi cabeza viendo como el también se acomodaba en su cama, eran pasadas las once y el sueño ya parecía pasar factura.
Después de apagar las luces e intentar dormir en todas las posiciones posibles me fue imposible conciliar el sueño, pase mis manos por mi cara hasta que de la nada la voz de mi compañero me asustó

- Dios me cagué toda

dije en un susurro mientras lo miraba y el solo se reía de mi por la cara de susto que había puesto

- Perdón, perdón, te iba a preguntar si no podías dormir

- Ya intenté todo y no pude, y vos? parece que estas igual

- Y, si estoy igual...¿querés jugar al uno? un rato hasta que nos de sueño

Al escuchar la propuesta sonreí y asentí con mí cabeza, me levanté y me acerque a su cama sentándome en ésta en canastita para no ocupar mucho espacio.

- Cuantos años tenes, Sele?

Pregunto Emi mientras empezaba a mezclar las cartas frente a mi para después repartir

- Tengo 27, y vos?

- tengo 29, pensé que nos llevábamos más

- Pense que eras diferente, sinceramente

dije soltando una leve risa debido a la cara que había puesto.

- ¿Diferente como?

- Nose, pensé que eras agrandado, pero me di cuenta que no lo sos

- No soy agrandado, puede ser que sea un poco reservado

- Sos timido

- Si, pero solo si no tengo confianza

Las horas pasaban y nosotros seguíamos hablando de trivialidades mientras jugabamos a las cartas, teníamos muchas cosas en común y de a poco nos íbamos conociendo más y más, al principio parecía alguien sumamente imponente pero después de hablar tanto es tan cálido que hasta me dan ganas de abrazarlo.

Me desperté por el sonido de la alarma el cual me hizo sobresaltar, mire a mi al rededor y me di cuenta de que me había quedado dormida en la misma cama que Emi y el estaba dormido junto a mí, hasta que abrió los ojos y me miró al igual que yo un poco avergonzado.

- Perdón, me quedé re dormida

dije levantandome de forma rápida sintiendo como me sonrojaba debido a la situación, recién nos conocíamos y no quería quedar mal no que se vuelva incómodo, después de todo, íbamos a convivir varias semanas más.

- No hay problema Sele, yo tambien me re dormí, eh...voy al baño

Rió pasándose la mano por la nuca mientras se levantaba y caminaba de forma rapida al baño.
Suspiré y pase mis manos por mi cara tratando de despertarme mejor, eran recién las ocho de la mañana y tenía un día largo por delante, lo presentía.

Los días se pasaban algunos muy lento y otros muy rápido, pero a la noche siempre me desconectaba de todo y cuando llegaba a la pieza podía liberarme un poco, eran días estresantes ya que teníamos que estar muy al pendiente de todos los jugadores por lo más minimo y cuidarlos en todo aspecto físico para que lleguen bien a octavos de final.

El dibu y yo nos habíamos vuelvo cada vez más cercanos, eramos buenos amigos aunque hace días había una tensión latente en el aire cada vez que estábamos completamente solos pero trataba de ignorar eso ya que no quería confundirme y tal vez hacer algo que nos podría perjudicar... o más bien perjudicarme a mí.

— Está ocupado, ahora salgo Emi

dije del otro lado de la puerta del baño mientras secaba mi cuerpo ya que recién había salido de bañarme.
Me cambié lo más rápido que pude y cuando salí me encontre con la mirada de mi compañero quién estaba al otro lado de la puerta, sentí su mirada escanearme de arriba hacia abajo, me alejé un poco pero el se acerco a mí, aquella tensión iba creciendo cada vez más conforme los segundos pasaban.
Su mano se pasó por mi mejilla y antes de concretar la acción habló.

— Puedo?

murmuró cerca de mis labios a lo cual yo solo pude musitar un casi inaudible "si" antes de sentir como sus labios se estampaba contra los míos en un beso lento y suave, nuestros labios parecían encajar a la perfección, como si se hubiesen necesitado por mucho tiempo.
Solo unos minutos después, cuando el aire empezó a escasear tuvimos que separarnos, su mirada estaba fija en la mía y yo sentía como me sonrojaba al instante.
No hacía falta pronunciar palabras, los dos sabíamos que ese no iba a ser el último beso, pero parecía entenderse, sin decirlo, que ésto tenía que ser un secreto.

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⏰ Última actualización: Dec 13, 2022 ⏰

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Un secreto - Dibu Martinez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora