Simplemente mía // [En proceso]

Capítulo 1

Dove

Salí de casa, a mi único lugar seguro y con la única que me entendía.

-No puedes dejar que tu padre te maneje a su antojo, no es justo para ti Dove

Alice estaba indignada con la situación y yo claramente estaba peor, pero la entendía porque ella veía las injusticias que vivía desde que era pequeña, porque nos creíamos juntas.

-Lo sé, lo sé Alice, ya no puedo más – Me abrace a mí misma

-Vámonos, vámonos juntas y mandamos todo a la mierda.

-Lo intenté, pero no pude, me advirtió que si me iba, me cazaría y sería mucho peor

-No lo puedo crecer, que mierda de padre te ha tocado de verdad, pensé que solo lo haría una vez.

-Pues no, seguirá haciéndolo.

-Ya mejor dejemos de pensar en eso y vamos buscando soluciones

Todo el día la pasamos buscando soluciones, pero ninguna nos da todas las posibilidades de éxito, nos dimos por vencidas y decidí regresar a la puta cárcel, que todos llaman "casa"

Aún ni siquiera entraba y los guardaespaldas de mi padre ya me estaban ordenando

-Su padre ha dicho que en cuanto llegará fuera a su despacho

-Dile que me dejé de joder, que no voy a ningún puto lado - No podía dejar de estar a la defensiva

Intenté pasar a lado de los monigotes que estaban en la puerta, pero uno me cargo en su hombro

-Lo siento señorita, tenemos órdenes estrictas de llevarla si es necesario la fuerza al despacho de su padre

-BÁJAME IDIOTA – Claramente no me hizo caso

Entramos al despacho y ahí estaba él que decía ser mi padre, en cuanto me vio se levanto de su silla y rodeo su escritorio

-Retírate – Le dijo al idiota que me trajo

No me moví de donde me bajo, simplemente me quede mirándolo con el odio tan grande que le tenía

- ¿Ya reflexionaste de lo que te hablé?

-Si...

- ¿Y bien?

-Verás, reflexione muchas cosas, ¿por cuál quieres que empiece?

-Déjate de juegos y habla de una buena vez – Que pena que el ruco era de poca paciencia

- No me has dicho por cual quieres que empiece

-Dove – Primera advertencia

- Arturo – Ay, ay, como me gusta sacar de quicio a la gente

-No tengo todo el día – Lo dijo apretando los dientes, Segunda advertencia