Único

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— Tzuyu

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— Tzuyu.— escucha que pronuncian su nombre.   
                         
La mencionada deja de hacer abdominales y miró al guardia entre los barrotes. Al notar aquel rostro sin expresión supo que acabo su tiempo ahí, al fin, después de cinco años saldría de la cárcel dónde pago su delito de robo a mano armada. Un error del cuál Chou Tzuyu se sentía sumamente arrepentido, pero todo error tenía una consecuencia y la suya fue terminar en la cárcel, lejos de su familia. Ahora podría ver a su esposo, ver a su bebé que ahora debía tener unos cinco años de edad, Tzuyu se lamentaba haberse perdido el crecimiento de su hija Minju. Desde que ingreso a la cárcel no había tenido noticias de su esposo y de la pequeña, ella le pidió que siga con su vida y que haga lo posible para darle un mejor futuro a su niña, el hombre le tomó la palabra y al ser madre soltera debía luchar por la niña. Tzuyu estaba dispuesta a recuperar a su familia, y volver a ser como era antes, retroceder el tiempo y dejarlo como estaba. Tenía muchos planes ahora que era libre, actividades que deseaba hacer con su hija Minju ahora que regresaba a su hogar y podía sentir su lado cariñoso activado, lado que en la cárcel estuvo apagado. Algo nerviosa por el reencuentro, tocó la puerta de la casa, su casa, aquella que compró con mucho amor para Min, su amado esposo cuando recién empezaron como matrimonio. Y a pesar de no ser la más lujosa o tener la pinta más hermosa a simple vista, a Min le gustó mucho que lloró cuando conoció la casa. Tzuyu no pudo escoger mejor mujer y por eso hizo lo que hizo, por la desesperación, amaba a su familia, pero a la falta de dinero y los gastos de la bebé nacida, tuvo que escoger el primer camino que se le cruzara y ese fue robar. Aquellos recuerdos de la separación lo invaden de más nervios y se desespera cuando nadie le abre la puerta de su hogar.   
                         
—¿Tzuyu? — al oír su nombre, se giró a ver a la persona.   
                     
Son Chaeyoung
                         
Su vecina y mejor amiga.   
                         
— Eres tú.— se emociona Chaeyoung al ver a Tzuyu.— Saliste de la cárcel— la abraza.   
                         
Tzuyu sonríe y corresponde el abrazo furtivo, era bueno recuperar a su mejor amiga después que pelearan antes de que fuera detenida por robar. Aún recuerda cuando la fue a visitar a los días pero ella simplemente quería alejarse de todos y que sigan con su vida sin ella, no quiso que alguien se deprima por su ausencia.   
                         
— ¿Cuándo fue que saliste? — preguntó Chaeyoung cuando se separan del abrazo.   
                         
— Hace una hora.— responde Tzuyu, esbozando una sonrisa— Vine de inmediato para ver a Min y a mi pequeña.   
                         
El rostro de Chaeyoung se contrae, sus ojos empezaron a humedecerse y los labios le tiemblan. — ¿Cómo le doy la noticia? —pensó lleno de sentimientos encontrados.   
                         
— Chaeyoung.— pronuncia Tzuyu al ver que su amiga soltaba lágrimas silenciosas.— ¿Que ocurre? ¿Pasó algo en mi ausencia?   
                         
Tzuyu sospechaba que algo paso en los cinco años, eso era seguro, entre bueno y malo, sucedieron muchas cosas. Quizás Min está con pareja, se mudó a otro país con su pequeña o muchas otras cosas que pudieron pasar en su ausencia. Pero no imagino lo que diría su amiga, y hubiera preferido que Min estuviera con pareja a que...   
                         
Muerto.— repite Tzuyu una y otra vez con los ojos llenos de lágrimas.   
                         
Su esposo, el padre de su hija y el hombre que fue importante para ella, murió hace cuatro años de la forma más brutal.                                   
                     
— Los recursos se le acababan al no haber dinero para mantener a Minju.— cada palabra de Chaeyoung atormentaba a Tzuyu— La ayudé con dinero pero ni con eso alcanzó para pagar las deudas que se le acumulaban, la cabeza de Min era un lío total y ella...— soltó un sollozo— Fue por el camino de la prostitución y ahí su muerte llegó cuando lo asesinaron sin piedad alguna.— Tzuyu apretó los puños y lanzó un grito al aire.   

𝐁𝐚𝐫𝐫𝐨𝐭𝐞 - 𝐒𝐚𝐭𝐳𝐮 𝐎𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora