¿Que libro me recomiendas leer?, Nuestras conversaciones.

Me encuentro en mi habitación, en aquella en donde he llorado toda la noche, en la que recuerdo y grito ¡Maldición!, me pregunto, ¿por qué me pasa esto a mi?, solo a mí.

Me surge una gran idea, escribir mí historia y aquí estoy escribiendo mi dolor, mí sufriendo y mi alegría, pienso que al escribir me desahogo, no soy la mejor en esto pero si expreso lo que siento.

Mi historia, aquella que no se cómo empezar; Sera mejor empezar: me pase toda la noche en vela, escuchando música en teléfono, pensando en todo lo que hice en el día, pensando en él, y luego recuerdo que habíamos discutido en la tarde:

Estaba en mi trabajo, conectada desde mi teléfono y de repente surge una burbuja en el chat:

Jace: Hola.

Yo: Hola, ¿Cómo estás?

Jace: Bien, ¿Y tú?

Yo: Bien, ¿Qué haces?

Jace: Los trabajos de la U, ¿Si me has pensado?

Yo: Un poco - él no sabía que lo pensaba siempre, desde el primer día en que lo vi, en la Universidad-¿Y tú?

Jace: Un poco.

Yo: ¿Saldremos el sábado? - ya habíamos tenido una cita, pero no fue del todo bien, así que le pregunte, para ver si podíamos mejorar las cosas.

Jace: No lo sé.

Yo: Entiendo – me di cuenta que me estaba evadiendo.

Jace: ¿Entiendes qué?

Yo: Que quizás no quieras salir conmigo.

Jace: Eres de muy mal genio.

Yo: Piensa lo que quieras, al igual solo quería mejorar las cosas entre los dos.

Me sentí fatal, pensé que no le gustaba, como él había afirmado el día en que nos vimos.

Me decidí a enviarle un mensaje, pues pienso que fui muy grosera, aun no sabía lo que él pensaba de mí, tan solo me dijo que yo le gustaba; Salí con el solo para ayudar a mi amiga Alma a la que le gustaba Jace, pero no se manda en el corazón y él empezó a gustarme.

Yo: Perdona mi grosería, quedamos en ser amigos, ¿No?

Después de un gran rato escribió.

Jace: Perdóname a mi por ser tan grosero, y si se supone que somos amigos.

Yo: Lo sé pero pues solo quería que las cosas mejoraran entre los dos, pues la primera salida no estuvo muy bien, fue aburrida, quiero saber más de ti.

Jace: Si, pero... (Estaba leyendo el mensaje sentada en mi cama escuchando, Como lo hizo de Silvestre Dangon, cuando ese pero me hizo pensar que lo que seguiría no era nada bueno para mí), estoy saliendo con alguien y no quiero que se entere.

Fue como si me hubieran dado un golpe en el corazón, el me había dicho que no tenía a nadie, que yo le gustaba y que quería salir conmigo, pero ahora me dice lo contrario, ¿Tiene a otra?, ¿Cómo pude ser tan ingenua?, Salió la primera lagrima y la música no ayudaba, al contrario lo empeoraba, no llevábamos mucho hablando pero me había encantado saber que yo le gustaba y que él me gustaba, era perfecto, lo era.

Tarde un buen rato en contestar, pero después de secar mis lagrimas, decidí que debía responder como si no me hubiera herido.

Yo: ¡Qué bueno!, felicidades y pues no quiero interponerme en tu relación, es mejor que olvides lo que te dije aquel sábado – entre lagrimas escribía -, Felicitaciones y chao.

Jace: No quiero que terminen las cosas así.

No respondí.

Jace: Aun podemos ser amigos, tú me gustas.

Borre el contacto de mi teléfono, borre las conversaciones y todo lo que me pudiera herir después al verlo, pensé que él era un grandísimo gilipollas.

La música me hacia llorar aun mas, pero no solo era esa herida en mi corazón habían mas muchas más, antes de esta.