SeungCheol es un famoso Alfa cantante, con múltiples rumores de relaciones cada uno desmentido por el cantante en cada oportunidad, el corazón del Alfa parece estar vacante, aunque en realidad siempre ha tenido dueño.
『 𝐖𝐫𝐢𝐭𝐭𝐞𝐧 𝐛𝐲 𝐇𝐚𝐞𝐥...
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El Alfa bajó del escenario, jadeante y bañado en sudor, peino su cabello negro, actualmente largo y teñido de gris en la parte de atrás, mientras trotaba hasta su camerino, con ese show daba por terminada su gira.
SeungCheol era un Alfa de veintiocho años, alto y atlético, sus ojos grandes y oscuros, cejas pobladas, pestañas largas y oscuras, labios rellenos, rojizos, emanaba aroma a ámbar, cálido, almizclado, terroso, y chocolate amargo, su personalidad carismática y ligeramente infantil le había facilitado ganarse el cariño de sus fanáticos, que se derretían cada que sonreía para ellos en los conciertos y se tomaba su tiempo para conversar.
Ganaba premios, estaba en todas las listas, era querido y admirado e incluso halagado por personas que no eran sus fanáticos.
Claro que no todo eran cosas bonitas cuando tenías fama.
Desde fanáticos que no respetaban tu privacidad y se obsesionaban contigo, hasta rumores sacados de la nada misma referentes a su vida amorosa y sexual, titulares que encabezaban las revistas y periódicos, poniéndolo en una situación incómoda con Omegas amigos por un tiempo.
Y es que parecía escandalizar que el codiciado Choi SeungCheol se encontraba soltero, las personas preferían leer entre líneas en los titulares, plantar situaciones en las fotografías, rebuscando la línea más sucia e incoherente en lugar de escucharlo y aceptar cuando decía que no, que no estaba saliendo con nadie. Llegó un momento en el que el Alfa se había hartado de aclarar las situaciones y simplemente las había dejado ser, la gente lo olvidaba a los meses y ya tenían un rumor nuevo, preguntándose si la nueva Omega con la que había sido visto caminando por la calle era por fin la dueña permanente de su corazón.
Claro que no.
Nadie lo sabía y no tenían por qué saber que su corazón le pertenecía a un maestro de primaria que fue su mejor amigo en su infancia y aún lo era.
Lee JiHoon, su primer y único amor, el hombre de su vida, el Omega de sus sueños.
SeungCheol aun lo recordaba, su cabello esponjoso, del cual siempre se quejaba al cortarlo alegando que lucía como un puercoespín y diciendo que siempre había envidiado a los chicos de cabello rizado, su sonrisa, la emoción con la que hablaba de sus sueños, de su carrera, la ternura en su mirada cada vez que veía a un niño, quienes se sentían encantados con el Omega castaño.
JiHoon tenía una personalidad amable y dulce, se preocupaba por que las personas a su alrededor estuvieran felices, era quizás la persona más empática que había conocido, era de los que cuando llorabas, lloraban contigo. Siempre animando a otros a cumplir sus sueños, regalándoles esa confianza y apoyo que nadie más les daba.
SeungCheol agradecía a JiHoon quien era en ese momento, había soñado con ello desde niño y el bajito siempre estuvo ahí, apoyándolo, acompañándolo a clases de canto y baile, animándolo en cada audición, consolándolo en cada rechazo hasta que lo consiguió y fue en el momento en el que JiHoon lo abrazo, llorando junto a él, besando su rostro con felicidad, algo que siempre había hecho, que SeungCheol acepto que lo quería más de lo que la amistad tenía permitido, que amaba cada pequeño gesto del castaño, que adoraba su euforia, que se derretía con la inocencia y la ternura en su mirada.
