hide & seek Ꮺ hyunmin

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Enero, primer año.

Es una fría mañana de enero, el viento sopla en la estación de tren de Woonmyung y serpentea descaradamente a través de los cabellos de los atontados trabajadores de oficina. En un rincón de la estación, un niño pequeño está nervioso junto al andén, agarrando las costuras de los pantalones de su uniforme azul oscuro. Agarra la nota adhesiva en su mano, arrugándola mientras se retuerce ansiosamente.

"Tomar cinco paradas desde la estación de Woonmyung hasta el intercambio en Junjin. Trasladarse a la línea roja y tomar el tren hasta la estación de Hyunyoung (2 paradas). Girar a la izquierda de la estación de tren y seguir derecho (cruzar un semáforo)"

No es el primer día de clases, pero sin duda se siente de esa manera para Hyunjin. Él nunca ha ido a la escuela por su cuenta, ya que tiene un conductor designado para llevarlo allí. Con toda honestidad, no sale tanto, porque nadie más que su tutor se molesta en sacarlo. No está familiarizado con las rutas del tren a pesar de que lo ha tomado unas cuantas veces, pero en todas ellas ha estado con otra persona.

Es precisamente debido a su tutor que está temblando aquí en los restos del vendaval de invierno, con una chaqueta holgada cubriendo su estructura delgada. Su padre finalmente cedió después de unos días en los que Jinyoung insistió en que Hyunjin necesitaba ir a la escuela por su cuenta al menos una vez.

—Hyunjin necesita aprender a hacer las cosas por su cuenta en lugar de que hagan todo para él. ¿Cómo va a adaptarse al mundo real? Apenas siquiera sabe cómo moverse por su cuenta.

Bueno, Hyunjin admite que vive una vida bastante aislada y protegida. Desde que se mudó a los seis años, sus padres decidieron educarlo en casa y contrataron a Jinyoung para que cuidara de sus estudios. Sus padres poco a poco pasaban cada vez menos tiempo con él debido a su negocio recién abierto y no tenía amigos ni padres que lo sacaran, no ha salido mucho a explorar.

Probablemente es por eso que todavía no sabe cómo hablar con los otros chicos de su clase... era como una pequeña mancha silenciosa en su primer día, mientras todo el mundo estaba hablando y divirtiéndose. Hasta ahora, todavía no tiene ningún amigo. Nadie quiere ser su amigo.

En el receso se sienta solo la mayor parte del tiempo porque su empleada doméstica hace el almuerzo para que lleve a la escuela, a excepción de algunas chicas que se quedan ahí con sus cajas de comida, charlando en una esquina del salón.

La escuela es bastante aterradora para Hyunjin. Durante los últimos años, ha estado principalmente encerrado en casa, así que no está acostumbrado a estar en un lugar con tanta gente por tanto tiempo. Es ruidoso y se siente muy incómodo.

También se pone nervioso cuando sus compañeros de clase lo miran y comienzan a susurrar; debe ser considerado extraño ya que es tan tranquilo y nunca habla. Además del salón de clase, no vaga por el campus, yendo directamente a casa después de clase.

Por un momento, se pregunta si está en la estación correcta, se agita incómodo. Eran diez minutos a pie pero podría haber caminado mucho más y haber terminado en otra estación ¿verdad?

No debió haber accedido. Podría estar sentado en su coche, observando el paisaje desordenado que se extiende por la ventana y nada más que el silencio de los transeúntes y del tráfico que se escapaba de él.

Tratando de calmarse, retrocede cuando el tren ensordecedoramente traquetea por las vías. Finalmente el tren se detiene en la estación, llevando una ráfaga de viento que logra asustar al chico. Su cabello vuela porque se había acercado un poco a la línea amarilla y a toda prisa lo acomoda. Entra en el tren y rápidamente se instala en una esquina, contando el número de paradas para asegurarse.