Prólogo: El hijo del Alpha y el Profesor

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Daegu
Manada Lee
7 años antes del Primer Libro

JiHoon se desparramó en la mesa como si de una mancha de petróleo se tratara.
Su profesor hablaba y hablaba, desde que llegó no era más que palabras aburridas y complicadas. Tenía sueño.

¿Lo despertaron tan temprano solo por esto? ¿Que tenían sus padres en la cabeza al contratar a ese payaso como profesor?

–¡Lee! -el golpe de la mano de BeomJo contra su escritorio lo hizo ponerse derecho.– Repita ahora mismo lo que he dicho.

–Profesor Kye, su deber es repetir hasta que yo entienda y sus clases se me hacen poco comprensibles y para nada beneficiosas. Por lo tanto, o cambia su método de enseñanza, o quizás usted no es apto para este trabajo.

–¿Que no soy apto, dice usted? -BeomJo entre cerró los ojos.– Llevo una semana dándole la misma clase porque no la logra comprender, pienso que el problema no es mi método de enseñanza si no que usted es tonto y no quiere comprender.

JiHoon exhaló un grito ofendido.

–¡Cómo se atreve a llamar tonto al hijo del Alpha!

–¿Pues como llamaría usted a alguien que en una semana no puede entender como presentarse adecuadamente en una reunión entre manadas?

–... ¿Qué?

BeomJo rodó los ojos y señaló los dibujos en el pizarrón.

–Es lo que he estado intentó enseñarle, señorito Lee. Cómo modular la voz, las palabras claves y de qué manera referirse a otro líder y su séquito.

Cuando JiHoon vió los dibujos todo cobró sentido.

–Oh. -bajó la mirada.

El profesor suspiró. – ¿Ahora ya tengo su atención?

Desviando la mirada, JiHoon asintió.

–Pronto sabrá que se trata de algo básico y fácil de comprender, algo que no debería tomar una semana.

Y allí iba el regaño escondido.

Se obligó a concentrarse en la clase.

Tenía cierto problema en la cabeza, no podía mantener su atención en las explicaciones de BeomJo.
Siempre que era hora de su clase, su cerebro entraba en cortocircuito y se distraía con cualquier cosa.

No es que BeomJo enseñara mal, era un profesor joven y reconocido, la cosa era que JiHoon no se concentraba, pero cuando lo hacía lograba entender, no entendía que sucedía a su cerebro a veces.

SoonYoung le decía que era un poco despistado nada más, pero SeungCheol decía que fuera a un neurólogo.

–¿Y si alguien de la manada me ofende? -interrumpió con su pregunta la clase.

BeomJo acomodó su reloj de muñeca y JiHoon se concentró en cómo lo hacía y no en lo que estaba diciendo.

–JiHoon. -dijo en tono exasperado.

Aquí va de nuevo.

–Lo siento. ¿Qué decía?

Había veces que le daba vergüenza, porque solía quedarse mirando en un punto fijo poniendo nervioso a su profesor porque lo veía mucho en el abdomen, cinturón o alguna zona que no estuviera viendo originalmente y teniendo que regañarlo o chasquear los dedos en su cara para regresarlo "al mundo de los vivos".

–En ese caso se debe reportar al Alpha, Beta o Luna de inmediato y si hay testigos mejor. Usted estaría en carácter de huésped y es el deber de los entes hacerlo sentir cómodo.

El Refugio De JiHoon - BumZi (5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora