Estuvimos allí mirándonos en el agua,
Recuerdo tu olor en mi impregnada,
Fue por ti que quise experimentarlo todo
Pero alejaste con furia pero breve
tú inocente alma.Estuvimos allí detrás de aquella montaña,
Si recuerdas bien fue el látigo de placer quien cruzó mi cara,
Nadia más que tú sabe lo que pasa,
Déjate llevar por mi por mi luz en ti no será nada.Estuvimos allí acostados en tu cama,
Abrazados a la pasión y lejos de la ignorancia
Déjame si lo quieres no te enfrentes a nada,
Pero si quieres volver a mi tengo preparada mi casa.Estuvimos allí mojados de rocío cada mañana,
Con tu olor a café y abrazos que pierden la calma,
Seguro que quieres partir o quedarte será mejor que nada,
Si lo sabes amor llenará el vacío de nuestras almas
Ya no hay uno ni dos solos tu yo detrás de aquella montaña.Estuve allí noche tras noche dándote mi espalda,
Tu respiración aguda como dagas en mis entrañas
Las recibí allí juntos cabalgando detrás de aquella montaña.