Era viernes por la tarde, cuando Naiara recibió un mensaje de texto en su teléfono. Era su amiga Maeb, le decía que quería quedar con ella en el parque a las cuatro, necesitaban hablar. Naiara, desconcertada, le dijo que sí, enviándole un "ok".
Eran las cuatro en punto cuando Naiara apareció en el parque. Aún no estaba Maeb en el sitio el cuál habían quedado. Media hora después, aparece Maeb por detrás de un arbusto.
— Lo siento por llegar tarde — le dijo Maeb a su amiga. A lo que Naiara respondió: — No pasa nada amiga, a veces has llegado más tarde. —
Naiara y Maeb se sentaron en uno de los pocos bancos libres que habían en el parque. Maeb empieza a contarle sus problemas a su amiga Naiara.
— Pues resulta que hay un chaval del instituto que me lleva gustando desde hace mucho tiempo.
— Ah, ¿sí? No me habías dicho nada.
— Pues sí. Lo que pasa es que me daba vergüenza contártelo.
— ¿Y puedo saber de quién se trata el afortunado?
— De momento no, voy a mantener el misterio.
— Va tía, soy tu amiga y no se lo voy a contar a nadie.
— ¿Me lo prometes?
— Sí.
En ese momento Maeb le dijo a Naiara quién era la persona de la cual estaba enamorada. En el momento en el que Naiara escuchó quién es no lo podía creer. Sentía rabia, impotencia y odio hacia su amiga. No pensaba que le fuese a hacer eso. Era como si la hubiese estado engañando todo este tiempo. Maeb tenia claro que a Naiara también le gustaba Juan Chirivella. En el momento en el que Maeb dijo: — Me gusta Juan Chirivella, el chico nuevo — ella estuvo a punto de explotar, pero pudo contenerse sus ganas y le respondió con un frío — OK. —
Mientras Naiara estaba recapacitando las cosas y asimilando ese momento en el baño de su casa, sola, rodeada de lágrimas, ocurrió lo inesperado. Juan Chirivella, el chico nuevo, le envió un mensaje de texto a su teléfono móvil. Naiara no podía creerlo; Juan le había escrito.
— Ay por dios, Juan Chirivella, me he enviado un mensaje, no puedo creerlo. —
Abrió WhatsApp y leyó el mensaje. El texto decía:
«Buenos días Naiara. Soy Juan, el chico nuevo de tu instituto. Me he enterado por medios que le gusto a tu amiga, Maeb. Lo lamento mucho por Maeb, pero solo quiero decirte que la que me gusta a mí eres tú, Naiara. Tras decirte esto, me gustaría quedar en el parque de Stamford Street a las 20:30. No se lo digas a nadie.»
Naiara no podía creer lo que estaba ocurriendo. Juan se le acababa de declarar por mensaje de texto. No podía pensar lo que le diría su amiga Maeb al enterarse. Naiara, por supuesto, no le iba a decir absolutamente nada a nadie. Ella aceptó la propuesta de Juan, respondiéndole:
«Acepto tu propuesta, Juan. Nunca había estado viviendo una situación similar a esta, y estoy muy nerviosa, jeje. A las ocho y media estoy en el parque. 😘»
Naiara se estaba preparando para ir al parque, cuando recibió una notificación.
«Naiara, pedazo de guarra, me has quitado al Juan?»
Era Maeb. Naiara no sabía quién se lo había dicho a Maeb. Nadie podía enterarse. Estaba totalmente desconcertada. No sabía que hacer en ese terrible momento, así que apagó el móvil.
Eran las ocho y media, cuando Naiara estaba en el parque esperando a Juan. Abre una bolsa de pipas y una bebida energética mientras lo espera. Unos instantes después aparece Juan.
— Hola, Naiara
— Buenas, Juan
— He cogido 3 trenes y 2 autobuses para llegar hasta aquí
— ¿Ah si? Pues yo estoy al lado de mi casa
— La verdad yo quería quedar para comer unas pipas en el parque y charlar
— Pues aqui tengo unas pipas, ¿quieres que te compre una bebida energética?
— No gracias, no tomo azúcar.
Eso a Naiara le gustó, en el momento que Juan dijo eso sabía que era un chico que se cuidaba e iba al gimnasio.
— ¿Vas al gimnasio?
— Sí, cuatro veces a la semana, viernes y el finde descanso
— Muy bien, a mi también me gusta el gimnasio — Añadió Naiara. Pensó que sería un buen comentario para conquistarlo, pero Naiara no ha estado en un gimnasio en su vida, y la cagó.
— Me encanta. ¿Cuánto peso has podido levantar en pesas?
— Ehhh, pues, esto... — Naiara no sabía que contestar. — 60 kilos — dijo Naiara.
— Me parece bien. Yo he podido levantar hasta 120 kilos.
Juan se puso a hacerle preguntas sobre el gimnasio a Naiara, y ella no tenía ni idea.
Hablaron un rato más hasta que se fueron a casa a cenar.
— Bueno, Naiara, me tengo que ir a cenar
— Sí, yo también.
Cuando Naiara se acabó la sopa de pescado y los nuggets cogió el móvil. Habían 3 llamadas perdidas y 5 mensajes de su amiga Maeb. Estaba desesperada para saber si le había robado al amor de su vida. Naiara negó todo, y preguntó quién le había dicho eso. — Jorge Angel, el amigo de Juan — dijo Maeb. Naiara no lo podía creer, Juan le había mentido, se lo había contado a su mejor amigo. Naiara llamó a Jorge Angel. Él le dijo que lo había dicho de broma. — Pues la has cagado — dijo Naiara.
Por la noche, instantes antes de irse a dormir, Naiara recibe un mensaje de texto de Maeb.
«Lo siento, Naiara. Todo era un malentendido, no volverá a ocurrir, sabes que yo confío mucho en ti y sé que no me puedes hacer una putada tan fuerte.»
Naiara se calmó completamente. Dejó a Maeb en visto. Sabía que no había debido hacer lo que hizo esa tarde antes de cenar, y que estaba muy mal. Se quedó recapacitando, sola y tranquila, en su habitación, en su cama, en un pequeño rincón, pensando sobre su día.

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El desamor.
FanficUna triste historia de dos amigas adolescentes, las cuales desean a un chico nuevo del instituto. ¿Quién se quedará con Juan?