"Mi nombre es Luriel Medina y actualmente trabajo en un hospital publico como médico general, mi paga no es tan buena como que digamos, pero es suficiente para que pueda vivir con comodidad en el apartamento que renté hace unos días después de decidir dejar la casa de mis padres.
Básicamente, mi vida es normal y no me quejo, desde pequeño siempre me fue bien en los estudios y tenía amigos cercanos con quienes jugar.
Así como lo dije... tenía.
Como mis padres no me controlaban tan estrictamente como los padres de mis amigos a ellos, a veces no era necesario avisarles o pedirles permiso para salir.
En realidad eso no era tan malo, ya que siempre me comporté como un niño bueno y llegue a casa antes de que anochezca, nunca me deje influenciar por los malos gustos de mis compañeros o por sus curiosidades que los podrían llevar a la muerte.
Como por ejemplo, tomar una bebida alcohólica siendo menor de edad o chacharse del colegio.
Quizás esa fue la razón de que muchos pensaran de que era aburrido y por eso ya no querían acercarse a mi.
A pesar de tener una familia cálida, terminé creciendo controlando mis propias acciones para no descarriarme de mi propio camino sin la ayuda de nadie.
Con el pasar del tiempo me di cuenta que quizás estaba haciendo algo mal, porque aunque me haya esforzado de tener amigos, nunca tuve a alguien a quien pude considerar un amigo de verdad.
Cada vez que creí haber conseguido a un amigo de verdad, siempre terminaban dejándome de lado a pesar de a ver sido buena persona con ellos.
Siempre he sido la segunda opción y nunca he sido la primera opción de nadie.
Los primeros cuatro años de la universidad me esforcé para conseguir un amigo que se quedara a mi lado, pero los pocos que conseguí terminaron dejando la universidad o simplemente se fueron con otras personas y me dejaron sin siquiera invitarme a ir con ellos.
Hasta ahora, nunca comprendí que es lo que estaba haciendo mal.
¿Quizás fueron mis acciones?
Hace tiempo perdí la esperanza de conseguir a un amigo de verdad y continúe con mi vida como una persona normal.
Aunque no tengo a alguien con quien hablar de cómo me siento, por lo menos tengo unos compañeros, que por alguna extraña razón me consideran una persona muy reservada, razón por la que me evaden.
Así es como llegué hasta aquí, con una rutina aburrida y agotadora, pero mañana será un día especial para mi y aun que no espero nada de ese día... quisiera que algo cambiara este mundo y... "
Mi mano comenzó a temblar junto con el bolígrafo por que la tinta negra se había acabado, miré en silencio a través de la ventana y reí suavemente después de repensar lo que estaba a punto de escribir en mi diario.
A estas alturas era difícil para mí conseguir a alguien que este dispuesto a estar siempre con migo, tengo que aceptar que moriré solo y esta bien.
Así que, estiré mis brazos y me puse de pie para ir a dormirme, ya eran las 11:00pm y mañana tengo trabajo temprano.
Solo continuaré con mi vida solitaria y lo soportaré, pero sinceramente, estoy cansado de este tipo de vida.
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GRAVEDAD 0
General FictionUn medico general introvertido que trabaja en un hospital publico, empezó su día sin ninguna notificación de felicitaciones por su cumpleaños numero 27, después de llegar a su trabajo continuó con su misma y aburrida rutina hasta que en la hora de...