Despertó porque el cuerpo a su lado se removió intentando ponerse de pie, pero él se lo impidió abrazándolo aún más fuerte.
- Necesito ir al baño. — se quejó el pelirosa. — Ni-Ki, me voy a orinar en la cama.
Con disgusto lo dejo escapar, Sunoo salió corriendo hacia el baño, abrió los ojos justo a tiempo para verlo desaparecer desnudo. Se quedó mirando el techo unos minutos recordando todo lo que había sucedido la noche anterior, había sido simplemente increíble, lo calificaría como la segunda mejor noche de su vida. La primera fue su cena de graduación.
Cerro sus ojos sonriendo, sintió el agua de la ducha sonar y se relajó tanto que volvió a dormirse hasta que sintió como su novio le lanzaba un cojín. — Despierta, tenemos que ir a ver a los niños.
Obvio no olvidaba a sus niños, al abrir los ojos se dio cuenta de que el menor ya estaba vestido. — Deberías haberme dejado ducharme contigo.
- Quizás en que hubiera terminado esa ducha. — murmuró en respuesta. Se puso de pie y camino hacia el para darle un pequeño beso en la boca, cosa que el pelirosa recibió gustoso.
- ¿Te sientes bien? ¿Te duele algo? — preguntó.
Sunoo negó. — Estoy bien, pero necesito hablar contigo. Dúchate primero.
El rubio asintió por la seriedad en la voz del menor. Se ducho rápidamente relajando sus músculos y se vistió. Su novio estaba sentado en la cama jugando con sus manos, estaba nervioso lo pudo notar.
- ¿Qué pasa, mi amor? — pregunto sentándose a su lado, pasando sus manos por la cintura del otro para abrazarlo.
- Ni-Ki...no usamos condón. — le recordó. Él ya había pensado en eso, se había regañado también por haber olvidado ese gran detalle.
- Lo sé.
- Tú sabes que... podría...yo podría. — no podía decir la palabra por lo nervioso que se encontraba.
- Embarazado, lo sé. — dio pequeños masajes en su espalda para relajarlo.
- ¡Y lo dices como si no importará! Nosotros ya tenemos tres bebés y no sé cómo sería tener otro. Me gusta prestarles atención a los niños, un bebé necesita mucho tiempo. — se quejó escondiendo su cara en el cuello del rubio.
- Si podemos con tres, vamos a poder si son cuatro, estoy seguro. Pero no quiero que te preocupes por eso, no te voy a dejar solo pase lo que pase. — intento reconfortarlo.
- Quiero que compremos una pastilla del día después. — pidió.
- Está bien, como tú quieras. — beso su frente.
- No quiero que pienses que no quiero tener un bebé tuyo, por favor. — se escuchó triste. Ni-Ki sonrió acariciando su espalda.
- No pienso eso, mi amor. Tú decides todo, tienes el control y poder sobre tu cuerpo. Además, yo ya tengo tres bebés que también son tuyos.
Sunoo levantó la cara y le sonrió feliz, tomo su rostro entre sus manos para besarlo lentamente, disfrutando mutuamente de sus labios. — Gracias. — susurro contra sus labios.
- No tienes porqué. — le sonrió besando su nariz. — Yo también quiero hablar de algo contigo...
- Dime.
- Estaba pensando y creo que debemos adoptar oficialmente a los chicos. — la cara de Sunoo se iluminó al escuchar esas palabras. — Estuve averiguando y somos la mejor opción para los tres. Me enferma pensar en que pueden quitárnoslos, así que quería que lo hiciéramos oficial para no sentir más ese miedo.
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Padres (Sunki)
Teen FictionNi-Ki y Sunoo se odian a muerte. Ambos viven juntos hace un año ya que ninguno puede costear un departamento solo así que se convierten en compañeros de cuarto. Desdé el primer día que se vieron se generó una rivalidad tonta y sin fundamentos, pero...