Ahí estaba
con sus ojos color cielo.
Realmente eran
un símbolo de dolor
desmotivación
tristeza.
Realmente era
un corazón roto
sin esperanzas
buscando a algo -alguien-
que pudiera coserlo;
aunque fuera con un hilo
trasparente,
pero resistente.
Realmente era
una mirada que
gritaba a voces -silenciosas-
"¡Ayuda!"
pero sin esperanzas
de que nadie le prestara su hombro.
Y joder
lo observaba desde un banco
esperando que
me devolviera la mirada
para poder analizarla mejor;
darle fuerzas
para que venga conmigo,
que confíe en mi,
que deje de
dormir en los tristes y oscuros agujeros
en los que se halla;
para por fin poder encontrar
esa felicidad,
ese alguien,
ese hilo que le cosiera el corazón.
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Finales
Short StoryLo bueno se acaba. Rápido, ese es el problema. ¿Qué sería de nosotros si no hubieras puesto un punto y final?