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Son no quería levantarse de su cama, si estaba deprimido y no quería ni ver la luz del sol.

estaba observando el techo reflexionando, después de todo fue el que se ilusionó y idealizo una relación con el argentino fue el. este estaba tan triste que ni siquiera quería ir al entrenamiento.

Son amaba los entrenamientos, pasar tiempo con sus compañeros pero esta vez ers diferente, solo quería estar solo aunque en el muy fondo le gustaría que hubiera alguien a su lado. eso ponía peor al lobo de este y haciendo peor la tristeza del omega coreano

dio un respiró hondo y después exhalo, aún cuando no queria ir, tenía que ir si o si, después de todo pronto seria el mundial y eran de sus últimos entrenamientos con su equipo para luego irse a Corea, sonrío un poco al pensar que no vería al alfa pero su lobo solo lloraba más, haciendo que la sonrisa se convierta en una mueca, aquel alfa argentino lo tenía loco y como no, pensaba este

Cristian Gabriel Romero a los ojos de Son era el hombre perfecto, alto con una bella sonrisa, sus hermosos tatuajes, su barba, su pelo, sus orejas, los bellos ojos que cargaba

Son sintió como su lobo movía la cola y el sólo soltó un suspiro, si definitivamente lo tenía locamente enamorado pero sus pensamientos fueron afectados por el recuerdo de aquel artículo, el no tenía oportunidad y tal vez nunca la tendría y eso le dolía mucho

su burbuja fue afectada por toques en la puerta, Son se sentó en la cama, cruzando sus dedos para que este no fuera aquel argentino, se acercó a la puerta y cuando la abrió las esperanzas se cayeron. era el

son no podía creer la suerte que se cargaba, salió de sus pensamientos cuando vio una mano pasar por su cara, pestañeo dos veces y lo miro.

- che, sonny ¿estas bien? - dijo aquel que había causado un desastre en su corazón - pareces que estuviste llorando toda la noche - dijo haciendo una mueca

Son contesto nada, dejo de mirarlo a él para mirar el suelo, cielos no podía ni decir una palabra sentía que iba a vomitar en cualquier momento

- dale, vo me podes decir lo que te pasa confia en mi - dijo poniendo una mano en el coreano - pero igual si no te sentis para contarme esta todo bien - se agacho un poco para quedar con la altura del omega, esto hizo que pasara la saliva y se pusiera micho más nervioso - por ahora vamos abajo y vamos a entrenar porque si no el entrenador nos mata, asi que vamos

el Argentino tomó la muñeca de aquel que se mantenía en silencioso, lo que el alfa no sabía es que el coreano tenía sus ojos en el mientras le brillaban, aquella tristeza que sentía se había esfumado, se sentía completo con el, se sentía feliz con el...

rosa pastel ★ cutisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora