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Hoseok se mantenía tranquilo, iba a un paso adelante del contrario, después de todo.

Asomó el rostro por una de las paredes que tenía vuelta en el pasillo del doceavo piso. Volviendo un poco atrás, en realidad había enviado el primer mensaje al mayor estando él en el quinceavo.

No lograba ver al castaño realmente,
pero después de cinco minutos bajaba
de inmediato al siguiente, por si acaso. Así evitaba ser atrapado. La idea de todo este juego surgió realmente cuando regresaba del sanitario, siend esto algo desconocido para su novio.

Mientras subía los escalones y al
pasar por cada uno de los pasillos,
siempre, en cada uno de los pisos,
lograba escuchar siquiera a una pareja.
Yoongi y él habían dejado el hogar
que compartían con sus hyungs para
tener un momento de privacidad y
descanso... Sin embargo, también
podían tener un poco de diversión,
¿cierto? A Hoseok le gustaba jugar
y el mayor no mostraba desagrado
al momento de hacerlo. Ni de jugar
tampoco.

Regresando al presente, logró
visualizar al castaño deteniéndose
justo al pie de la escalera. Estaba
viendo su móvil.., ¿para que?
De pronto, sintió cómo su móvil vibró,
para enseguida comenzar a sonar.
Hoseok se alertó, corriendo de
inmediato al par de escaleras que no
seguía el mayor. Sacó como pudo su
teléfono y respondió.

«Hey, Hoseoki... ¿Entonces estamos en el mismo piso, eh

Debía admitirlo, Yoongi hizo un
buen movimiento.

«No creas que sigues bien escondido, debiste quitar el sonido a tu móvil, mi amor»

Una pequeña risa sonó de ese lado de
la línea. Mientras que el azabache sólo
controlaba su respiración, tratando de
regularla.

«Uhm... Escucho solamente el aire que exhalas... ¿Acaso te asusté? Lindo »

Era momento de responderle; o
provocarlo más, mejor dicho.

         «Ah... Hyung, ambos sabemos qué
no es la primera vez que me escuchas
                                     hacerlo, ¿cierto? »

Ahora fue el menor quien rio. Sabía en demasía que las insinuaciones podían con el castaño.

«Jung Hoseok, escucha con atención, lo que te voy a decir... »

El azabache bajó uno a uno los
escalones, con la precaución de no ser
visto en el onceavo piso, siguiendo su
paso al décimo.

                         «¿Que sucede, hyungie? »

Una sonrisa adornó su rostro. En
sus ojos se formaban pequeñas
arrugas y lograba verse su hermosa sonrisa de corazón . Ahora el
azabache había ganado un punto en
este juego.

Manteniendo su vista fija al suelo para evitar caer con un mal paso, Hoseok seguía su rumbo para llegar al noveno piso.

«Estoy delante tuyo»

Tic Toc |•Yoonseok•|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora