•Tres•

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Verdades

Ya hacía tiempo que había pasado su divorcio, su pequeño vientre de apenas tres meses se marcaba en su pijama.

- Mamá, no me interesa si sigue yendo cada día a casa a suplicarles- suspiró- ¿Por qué hace esto? Él fue quien me pidió el divorcio, también es el padre de mi hijo pero aún no tengo el valor de decírselo.

-Hijo debe saberlo, tu padre, hermano y yo estamos perdiendo la batalla en no perdonarlo, en realidad no tiene por que pedir nuestro perdón y ya se lo hemos echo saber.- la mujer tosió- es momento de que se lo hagas saber, él merece saberlo Tae.

- Está bien, se lo diré pero le dejaré bien claro que solo tendremos comunicación por nuestro hijo y yo pondré mis condiciones, aún duele el tema del divorcio.

- Haces bien mi niño, es hora de colgar no tarda en llegar Jungkook para poder obtener tu número nuevo.

- Ya olvida eso madre, solo dale mi nuevo número. Necesito decirle sobre mi hijo.

Colgando la llamada se echo a llorar, no sabía como hacerselo saber eran tres meses sin tener comunicación alguna con su ex esposo, lo peor del caso es que aún mantenía los sentimientos desde el primer día, a diferencia de Jungkook el no había dudado ni un segundo en el amor que le tenía.

Pero sus llantos y pensamientos se vieron interrumpimos por el sonido previniendo de su móvil, en la pantalla estaba el número que sabía de memoria.

- Bueno...- contestó con un hilo de voz.

- Tae cariño, que bueno que contestas - habló suave - necesito hablar contigo, quiero aclarar todo yo, yo en verdad lo lamento mucho fue el peor error que he cometido el pedirte el divorcio cuando en realidad aún te amo.

- Jungkook no es por nuestro divorcio que te deje mi número de nuevo, es por otro tema importante- suspiró- pero no puedo decirlo por teléfono, te enviaré mi nueva dirección por mensaje, adiós.

Sin escuchar una respuesta colgó y volvió a romper en llanto, había escuchado su voz después de tanto tiempo y era tan doloroso, pero le causó una calidez especial el escuchar de sus labios la palabra cariño de nuevo, dicha con tango cariño como antes.
Mandó la dirección de su nuevo hogar y se puso a cocinar, sabía que Jungkook ahora mismo estaría en camino ya que sabe donde se encuentra.

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Eran las tres de la tarde y como todos los días desde hace tres meses fue a rogar a la familia Kim por la ubicación de Taehyung, sin imaginar que esta vez tendría la suerte de tener su nuevo número de teléfono. Agradeció a la señora Kim una y mil veces, prometió que trataría de recuperar a su hijo y que esta vez no lo lastimaría.
Estando en el auto que fue de su esposo, llamó de inmediato, uno, dos y tres tonos después fue cuando contestó.
Su voz, su voz se oía como si estuviera llorando, pero seguía igual de dulce. Hablaron poco, en realidad no lo dejó hablar pero dijo que le mandaría su dirección y él esperaría por ese mensaje.

Apenas recibió el mensaje con la ubicación de su Taehyung condujo sin dudarlo, llevaba una hora y media de viaje y no llevaba nada en el estómago, su semblante era más de un muerto qué de un vivo, había adelgazado en demasía y su cabello estaba centímetros más largos, su ropa ahora se le veía ancha a comparación de la última vez que tuvo a Taehyung con él.

Pero ya casi llegaba a la dirección indicada, la gran residencia estaba a unas calles.
Se estacionó frente a la casa, bajó el ramo de flores del lado del copiloto. Caminando hacia la entrada su vista se tornó borrosa y sus pasos más pesados, sin poder hacer algo cayó desvanecido en la entrada.

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En la cocina el chillido de la olla se dejaba oír dando por terminada la cocción de la sopa, Taehyung se levantó de su asiento para apagar la estufa cuando escucho un auto estacionarse enfrente. Subió a su habitación para ponerse un abrigo más ancho y no dejar ver su vientre, las primeras ecografias y todo lo necesario para poder darle la noticia a Jungkook.

Iba bajando cuando escuchó un golpe seco en la entrada, corrió a abrir la puerta y encontró a Jungkook en el suelo con un ramo de rosas.

- ¡Hyung! ¡Ayuda!- gritaba- ¡Kim Namjoon!

- ¿Tae, qué pasa? - Namjoon que ya venía a ver de que trataba el ruido se encontró con su ex-cuñado en el suelo- ¿Qué pasó? ¿Tú lo hiciste?

- Claro que no, ayúdame a llevarlo adentro- Taehyung dejó que Namjoon llevara a Jungkook a su habitación. - Gracias, llamaré al doctor Lee.

El doctor Choi Lee era un amigo de la familia que vivía a dos calles de distancia, él es quien lleva el control de su embarazo y ahora tendría que pedirle venir a atender al padre.

Después de un pequeño chequeo, el doctor se retiró no sin darle una lista de medicamentos a Taehyung para el hombre desmayado en su cama.
Bajó por un tazón de sopa y toallas húmedas para bajar la fiebre de Jungkook, inmediatamente mandó a Namjoon por los medicamentos y vitaminas que recetó el doctor.

Cuidó y espero a que Jungkook despertara, esto le traía buenos recuerdos de su matrimonio, las veces que Jungkook se enfermaba eran pocas por eso se comportaba como un niño mimado que necesitaba cariños para curarse. Sin poder evitarlo sus ojos derramaron unas cuantas lágrimas.

- No llores, aún no me muero o eso creo- dio un pequeño brinco del susto- oh, lo lamento no quería asustarte.

- ¿Por qué nos has estado comiendo? - Taehyung atacó- Tienes anemia Jungkook, mira tu aspecto, te estás haciendo daño.

- La comida no me sabe bien si no la cocinas tú y la cama no es cómoda si tú no estás conmigo, por eso no duermo en ella y duermo en el sillón que no es muy cómodo.

- Ese no es motivo para que descuides así tu salud, ahora come y toma tus medicinas, ya mañana hablaremos, descansa.

Sin más salió de la habitación, estaba teniendo un remolino de emociones con este reencuentro. Ya mañana sería mejor.

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Divorcio ᵏᵒᵒᵏᵗᵃᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora