Nieves de junio

I

No paro de buscar.

Busco como si me fuera la vida en ello,
abriendo cada cajón
rebuscando en cada rincón.
Tienen que seguir estando.

¿Dónde coñó están?

Sole, maldita ladrona.

Me apresas como un yugo sobre mi,
yo aquí de rodillas
por primera vez sin segundas intenciones

te pido que me devuelvas los trozos de mi corazón;

los escondí en cada esquina
bajo cada almohada
hasta que no quedó nada.

Tal vez así, el tiempo no me cure de lo que no quiero ser curada.

Tal vez así, tú no te alejarás.

Tal vez así, lo nuestro no tendrá punto y final.

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¡Hola! Bueno pues, este es uno de los primeros poemas que escribo. Leer poesía siempre me ha apasionado, pero nunca me he visto con el valor de escribirla por mí misma. Espero que os guste y asimismo espero ir mejorando poco a poco, ya que me sirven también como borradores.

Saludos.