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Querida luna:
Hace unos días subí a mi terraza a hablarte como comúnmente, y justo cundo te mire de frente a tus ojos, que ví a esa tortuga q duerme en tu pecho sentí unas ganas inmensas de volar, no se tal vez de estar junto a ti y que me acurruques en tu luz. Por eso subí a el pequeño muro que me protege de caer, y... Realmente me sentí volando, tanto que me ví tentada a saltar y acabar de una vez con todo, pero justo en ese instante me llamo mi madre para cenar y cerré los ojos intentando evitar mis lágrimas, fue ahí cuando toda mi vida paso frente a mí que me di cuenta de que quería seguir aquí, junto a los que me aman verdaderamente.

✨~~dejame hablarte, luna~~✨

Déjame hablarte, luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora