Nace un Milagro...

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Despues de meses que la miko pidiera el deseo al arbol sagrado, se enteraron que en los proximos meses dejarian de ser 2 y serian 3. 

Por su parte, Inuyasha al enterarse que se convertiria en papá se sentia feliz y a alvez con miedo y un temor enorme, puesto a que sobrepensaba en cuanto a sus traumas de la infancia, ¿Y si su hija/o sufria lo mismo que el en su infancia? ¿Y si no podria proteger a su miko y a su proximo bebé y lo lamentaria con su vida? ¿Y si..? ¿Y si...? Esas preguntas rondaban en su cabeza dia y noche. Kagome al enterarse de todos esos pensamientos absurdos que rondaban por la mente de su amado, le menciono lo siguiente: "Inuyasha, se que tienes temores que te atormentan desde que te enteraste que seras papá, no te culpo, yo tambien tengo miedo, pero te prometo que todo estara bien, que nuestro bebé sera el ser mas  amado por todo el mundo, que ambos lo protegeremos y cuidaremos con nuestra propia vida, que no permitiremos que nada malo le pase y que el amor y su bienestar sera lo que nunca le falte""

Pasaron los meses y llego la luna nueva donde la sacerdotisa del tiempo rompio aguas y era la hora de recibir a su primer cachorro, Inuyasha al percibir el olor de dolor y sangre de su esposa, no dudo dos veces en terminar de matar al demonio el cual le habia interceptado al ir a recoger cosechas para la comida, corrio como nunca antes lo habia hecho. Al llegar a la cabaña que compartia con su amada,observo que la anciana Kaede, su mejor amiga Sango, y cientos de aldeanos celebraban "Ya nacera el hijo de la señorita Kagome" "Ha llegado el milagro que la señorita habia pedido hace meses" Inuyasha al escuchar todas las buyas de alegria ante la llegada de su proximo cachorro, no dudo en entrar a su cabaña y acompañar a su amada en el trabajo que implicaba dar a luz a su hijo/a. 

Por desgracia, al no poder soportar los desgarradores gritos que pegaba la miko al pujar y el olor a sangre que no soportaba por el simple hecho de ser de su esposa, decidio salir a tomar aire para volver a darle fuerzas a su miko. El monje Miroku trataba de consolarlo diciendo que no era facil el escuchar a la persona que mas amas llorar, gritar y retorcerse de dolor ante cualquier situacion, pero que er la llegada de un nuevo ser, valia la pena y la espera. Inuyasha al sentirse recomfortado y un poco mas tranquilo, decide nuevamente ingresar a la cabaña para acompañar a su esposa, al poner el primer pie en la entrada, se escucha un ultimo grito de su esposa y seguido a este, un chillido, el chillido que le cambiaria la vida sin saberlo en ese momento. 

Entro y vio a la anciana Kaede con un bulto en sus brazos, limpiandolo y secandolo. La anciana Kaede acerco el bulto a los brazos de Kagome y ella solo brotaba lagrimas que a su principio eran de dolor pero que ahora se habian convertido en lagrimas de felicidad. Inuyasha se quedo perplejo al ver a Kagome observar a su cachorro. Kagome al percatarse que su esposo no se movia ni hacia ninguna reaccion, le dijo "Inuyasha, ven, ven a conocer a nuestra hija" "Nuestra hija" Nunca penso que esas palabras lo harian quebrarse y parecer un humano indefenso sin ningun tipo de proteccion. Al volver a recapacitar esas palabras y volver de su viaje mental nuevamente captando a su amada con su hija en brazos, decide acercarse a su esposa, viendo que en sus brazos obtenia a su cachorra, un diminuto ser humano con cabellos azcabeches, sin orejas de perro, con sus ojos cerrados y su carita inchada por haber atravesado el canal de parto, pero era ella, "su milagro" "su promesa de ser mejor persona siempre" "Su cachorra" "Su hija". 

Volviendo al mundo nuevamente, observaba como el nuevo individuo se removia de las sabanas y mostraba sus bostezos "Es hermosa" Dijo la Miko sin parar de llorar de felicidad. "Kagome, nunca te terminare de agradecer el regalo mas grande que pudiste haberme dado, gracias de verdad, gracias por darme a mi pequeña Moroha" Dijo el Hanyo con lagrimas en sus ojos. ¿Quieres cargarla? Dijo la nueva mamá. "Tengo miedo Kag, ¿que tal si la tiro? dijo con temor el peliplata. "No temas, ella y yo confiamos en ti Inuyasha" Volvia a hablar la Miko. Inuyasha con temor tomo el regazo de su hija y lo coloco en sus brazos, se sentia tan fragil su olor era mezclado el de su amada con el de el mismo. "Mi Moroha, prometo que te protegere con mi vida, que nunca te faltara amor ni comprension, que seras siempre mi milagro mas deseado" Decia el peliplata con felicidad y lagrimas

Nunca imaginaron todo lo que se avecinaba en un futuro,  y que ese milagro pronto se apagaria para siempre....

Moroha ha muerto (En edicion por faltas de ortografia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora