Todo estaba destruido. Casas, tiendas, la única ciudad de aquel lugar. Absolutamente todo
Pero a los habitantes no les importaba eso ya, se encontraban en estado de shock por dos razones: la reciente muerte de Drako y lo dicho por el profeta-¡Te dije que sin secretos! ¿¡Cómo que traer de vuelta a mi madre!?
Parecía ir el tiempo tan rápido para los espectadores y a la vez tan lento. Sus ojos miraban al padre, luego al hijo y viceversa hasta que en un momento empezaron a levitar ambos
-¡Amigos, les juro, que voy a dar hasta el último esfuerzo de mi ser!
Nadie hacía nada. Nadie movía ni un ápice de su cuerpo para detenerlos. Nadie, hasta que un oso escaló la farola que se encontraba cerca de ellos quedando en la cima de esta
-¡Juan, cae de pie!- fue lo único que dijo antes de saltar hacia el mencionado, empujarlo y quedar dentro de la bola brillante en la que se suponía que debía quedar el hechicero
Cuando recobró el sentido de la orientación, el de gafas miró hacia los habitantes. Faltaba uno.
-¿Spreen? ¿¡Spreen!?- gritó mientras se acercaba con rapidez junto a los demás hacia la esfera intentando romperla
Mientras tanto, el de gafas destruidas miraba hacia su contrario. Tenía una expresión confusa y estupefacta, mezclada con la ira
-¡Tú, miserable rata, teníamos un negocio y un tratado de paz! ¿¡Crees acaso que puedes pelear conmigo!?
-Ya te lo dije una vez, chupapija- dijo mientras sacaba una espada que, aparentemente, no había desaparecido como el resto de sus cosas-. Tu poder viene de nosotros, sin nosotros no eres nada
Con esto dicho, el oso se acercó peligrosamente hacia el mayor para atacarlo, quién paró el ataque con el bastón que cargaba. Así inició una pelea de diferentes armas en la que ninguno iba perdiendo pero tampoco ganando
En la cabeza del Profeta solo circulaba la misma pregunta. ¿Cómo pudo actuar tan rápido?
-Tan pensativo, hijo de puta, ya sé lo que estás pensando. Sos un libro abierto en situaciones así- dijo como si le leyera la mente-. ¿Te crees acaso qué el único que puede ver los finales de las cosas que hacemos es el pelotudo de tu hijo? Te equivocas
A cada 5 palabras, las armas chocaban. Ninguna tocaba el cuerpo del otro
-Soy uno de los pocos yo que existen en el multiverso, tengo que salvar mi legado, ¿sabes?- esta vez se agachó para evitar el arma de oro y aprovechó para tirarlo con el pie, haciéndolo tropezar. Seguidamente, se levantó y puso su pata izquierda encima de su pecho-. Solo hay un pequeño contratiempo en esto. Mi ojo derecho, este que brilla, puede ver los finales de las personas. En este y en cualquier universo. ¿Sabes lo difícil que es para mí ver cómo amigos mueren en distintos universos y revivir sus muertes, incluso cuando no estuve presente, cada vez que los miro a sus ojos?
¿Qué mierda están haciendo? Era lo único que rondaba por la cabeza del alterado hechicero que se encontraba en el exterior, intentando romper la estructura desesperadamente
Sus amigos traían objetos varios para poder ayudar. Picos, dinamita, bombas e incluso las armas gigantes que había traído el encerrado. Nada daba resultado
Mientras, el de camisa azul seguía en la misma posición, atrapando al padre de su amigo bajo su zarpa que ejercía presión de vez en cuando
-Es jodido. Claro, tú no lo sabes porque no te importa tanto la vida como dices. Por eso, cuando crucé miradas con Juan en los portales y vi finalmente que su muerte era por ti, no me sorprendió ni un poco- ejerció más fuerza en el pecho, casi bloqueando su vía respiratoria-. Y si, los Dioses del todo mandaron a los chamanes y al... zorro ese machaca maracas para protegerle. Pero yo no necesito que me manden para salvar la vida de un amigo. Espero que te vayas al infierno, la concha de tu madre
Y así, finalmente, clavó la espada que portaba justo en medio del torso. No le tembló el pulso ni un poco. Cuando admiro lo que había hecho, sus peludas orejas pudieron escuchar el griterío del exterior
-¿¡Spreen, estás bien!?- escuchó el grito que provenía del ojos caramelo
-¡Yo sí, gafotas, tu padre...! No tanto- dirigió su mirada hacia los ojos del contrario. Una sonrisa se escapó de entre sus filosos dientes-. ¡Utilicen el pico dimensional, rápido!
Estuvo expectante hasta que sintió como le daban con brusquedad con un objeto pesado en la pata que se encontraba encima del cuerpo, haciendo que cayera repentinamente
-Animal, ¿creíste en serio que me vencerías así de rápido?- dijo el de ojos azules para levantarse y sacar la espada de su cuerpo. La herida que dejó se estaba curando poco a poco
El de pelaje azabache intentó ponerse en pie otra vez, pero las piernas le fallaron a causa del golpe. Le dolía terrible la parte baja de su extremidad, tanto que se mordió el labio inferior cuando cayó de nuevo al suelo
-Si yo me voy al infierno, quiero que tú me des la bienvenida. ¿Qué mejor forma de matarte primero?
Alzó su pesado bastón hasta la altura de sus ojos, en posición de darle en la cabeza. El oso lo miró desafiante y con rabia, hasta que escuchó como, en el otro lado, estaban abriendo un portal con el pico. Una sonrisa más volvió a escaparse de su boca
-¡Dale, si me querés ver allá, dame fuerte! ¡Porque si me das flojo, el próximo golpe es mío, pelotudo!
Ya no le quedaba paciencia. El mayor alzó más su arma para batear la cabeza del contrario, quién tenía los ojos fuertemente cerrados esperando el impacto.
Volvió a abrirlos cuando el impacto no llegó y en su lugar escuchó como el pelinegro cayó. Pudo observar la flecha que tenía clavada en el codo y a su derecha, un portal abierto y un castaño con un arco. Este miró rápidamente hacia el de gafas oscuras para indicarle que fuera rápido para poder salir
Lastimosamente, la pierna del oso todavía le dolía demasiado y ahogó un grito cuando apoyó el pie izquierdo primero. No se podía mover
-Par de ingratos, con lo tanto que he hecho por vosotros
Estaban los tres tan controlados por la impotencia, que no vieron que la esfera brillaba más y más a medida de sus palabras. El hechicero solo tenía una opción para poder salvarlos. Con rapidez, apuntó con su bastón al de ojo blanco para luego moverlo, haciéndole levitar en dirección al portal seguido por él
-¡Sois unos malditos ingratos!- gritó el mayor de los tres mientras se levantaba. Lástima que desaparecieron ellos dos junto al portal y la esfera empezó a brillar mucho más para luego estallar
Desde el exterior solo se percibió como una luz blanca los cegaba para después ver en el suelo el bastón del Profeta. ¿Había muerto? ¿Por fin eran libres? Serían preguntas que posteriormente tendrían en su cabeza, pero los pueblerinos solo observaban a dos individuos que cayeron contra lo que quedaba de la estatua. El que estaba consciente observó todo su alrededor para después mirar a su acompañante. La explosión fue tal que los empujó con fuerza y en un reflejo, Spreen amortiguó ambas caídas con su cuerpo. Por eso estaba inconsciente y con una herida más sangrienta en su cabeza
-¡Ey, ey, oso de mierda! ¡Ya te estás despertando, no me vas a dejar así! ¡Hemos salvado al pueblo!- decía un tanto desesperado con lágrimas en los ojos mientras sacudía con mucho cuidado al oso-. ¡Spreen, Spreen, despierta! ¡Spreen, por favor!
La escena era desgarradora. El de gafas oscuras no reaccionaba y los demás habitantes intentaron separar al hechicero de él para que dejara de intentar algo aparentemente inútil
-Juan, cerrá el orto, ¿no ves que estoy herido?- murmuró adolorido el oso aún con las manos del contrario en la cara. Por una de las pocas veces, el antiguo pollero portaba una pequeña y debilitada sonrisa
Inmediatamente escuchó esas palabras, el hechicero desató la banda que llevaba puesta todavía y la ató con máximo cuidado alrededor de la herida para que dejara de sangrar. La herida de la pata no era tan grave como para eso. No llegaba a desangrarse
-Pelotudo, ¿que te creés? ¿médico? Un amigo casi se te muere y lo primero que hacés es parar la sangre
Sí, ese era Spreen, no cabía duda. El ojos caramelo, con lágrimas en los ojos, finalmente abrazó fuertemente a su contrario. Quién diría que la persona que le hizo perder los nervios y con la que había peleado más de una vez le haya salvado de lo que él había pensado su inevitable futuro
-|Fɪɴ|-
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Wʜᴀᴛ ɪғ?
Fanfiction- ¿𝑄𝑢𝑒 ℎ𝑢𝑏𝑖𝑒𝑟𝑎 𝑝𝑎𝑠𝑎𝑑𝑜 𝑠𝑖 𝑎𝑙𝑔𝑢𝑖𝑒𝑛 ℎ𝑢𝑏𝑖𝑒𝑟𝑎 𝑠𝑎𝑙𝑣𝑎𝑑𝑜 𝑎 𝐽𝑢𝑎𝑛? ¿𝑄𝑢𝑒 ℎ𝑢𝑏𝑖𝑒𝑟𝑎 𝑝𝑎𝑠𝑎𝑑𝑜 𝑠𝑖 𝑒𝑠𝑒 𝑎𝑙𝑔𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑒𝑠 𝑢𝑛 𝑣𝑖𝑎𝑗𝑒𝑟𝑜 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑟𝑑𝑖𝑚𝑒𝑛𝑠𝑖𝑜𝑛𝑎𝑙 𝑦 𝑝𝑢𝑑𝑜 𝑝𝑟𝑒𝑑𝑒𝑐𝑖𝑟 �...