Paramnesia ||• Charlos •||

Capitulo 11: Fin

No existe un tratamiento específico para la amnesia, pero las técnicas para reforzar la memoria y la asistencia psicológica pueden ayudar a las personas con amnesia y a sus familias a enfrentarla.

— ¿De que hablas Carlos? Los doctores ya...

— Y una mierda Charles. — lo interrumpió. — Ellos no, no tienen idea, no saben quienes somos.

— Escucha, yo entiendo que puedas estar confundido con todo lo que sucedió, la psicóloga me explicó que es totalmente normal en estos casos. — la sonrisa de Charles era de total comprensión.

— ¡No! ¿Quieres solo dejarme hablar un segundo? — el español negó exasperado. — No estoy confundido, en realidad si lo estoy, no recuerdo nada de mi vida contigo, yo no te recuerdo, pero se que estabas ahí.

— Creo que estas un poco alterado, ¿que tal si te ofrezco un té? — tomó su mano.

— No, ¡Carajo no! — gritó. — ¡Yo necesito que tu me escuches y te calles!

— Bien, pero dejame prepararte un té, pareces no haber dormido mucho, tu rostro luce cansado. — sonrió, levantándose, yendo hasta la cocina.

Volvió en menos de cinco minutos, trayendo dos tazas en sus manos, fijando su mirada en el bonito libro en las manos del español.

— ¿Que traes ahí? — preguntó curioso, queriendo desviar un poco el tema, notaba la tensión en los ojos del mayor.

— De esto quiero hablarte Charles. — suspiró. — Lo encontré ayer, estaba en mi departamento.

— Lo siento, no quiero parecer insensible ni mucho menos, ¿pero eso que tiene que ver conmigo? — preguntó, tomando el pequeño frasco del centro de la mesa y sacando una pastilla.

— ¡No la tomes! — gritó, asustandolo, logrando que la soltara.

— Vamos, habla ya, me estas poniendo nervioso compañero. — palmeó su brazo.

— Charles, lo que tu y yo tuvimos, todo, es real, tu y yo estamos juntos o al menos lo estabamos hasta antes del accidente. — soltó todo, mirándolo a los ojos, notando como la confusión se internaba aun mas en ellos.

— Carlos no...

— No, solo, mira esto ¿si? — le extendió el álbum.

El escepticismo estaba implícito en el rostro del monegasco, no creía en lo que el español decía, le parecía imposible, no después de lo que habían sido esas ultimas semanas.

Aun así lo tomó, dándole una sonrisa tranquilizadora, observando como el mayor se deshacía de nervios.

— Solo, tomalo con calma... — Sainz trató de sonreír, mostrando mas una mueca que otra cosa.

— Lo haré, no te preocupes. — sonrió, justo cuando abría la primera pagina y leía la dedicatoria.

¿Que era eso? Claramente era su caligrafía, lo sabía, pero su cerebro se negaba a creerlo, ¿por qué tenia que pasar por esto de nuevo? Ya lo estaba superando, ya su mente había dejado de estar confundida, ¿por qué esa nube volvía a caer sobre su cabeza?

Rápidamente hojeo las demás paginas, había cientos de fotos, tanto intimas como normales, habían sido tomadas por el, lo sabia, podía adivinar que así era.

Negó, no podía recordar ninguna de esas situaciones, no podía recordar nada de lo que veía plasmado ahí.

— ¿Que es esto Carlos? — preguntó, no queriendo aceptar lo que sus ojos veían.

— Somos nosotros Charles, esa es nuestra historia. — tomó su mano, pero el monegasco la retiro rápidamente.

— No, no lo es, no puedo recordar nada, tu, las historias en mi cabeza, ya no estan. — negó, dejando ver el miedo en sus ojos. —  Carlos, dejame solo por favor.