Esta historia talvez no sea tan basada en ficción, talvez muchas puedan sentirse identificadas.
Cuando uno se enamora suele entregarse, y a medida que el tiempo pasa, ese amor suele aumentar, pero en otros desaparece.
Y ambas partes están mal, deciden quedarse con el otro esperando que esos sentimientos vuelvan, esperando que esa persona vuelva a mirarte como antes.
Te quedas por costumbre.
Te quedas por cobarde.
No te vas porque no quieres pasar tiempo sola reparándote, porque sabes que cuando te vayas, la única rota serás tú.
No te vas, hasta que él termina de usarte por completo, o a veces...
Sucede el milagro y empiezas a valorarte.