Querido Rodrigo:
Cada noche antes de irme a dormir me pregunto cómo sería si aún estuvieras aquí, contándome tu día y hablando de tus futuros proyectos, de los memes que viste tuyos o de cualquier cosa que te pareciera interesante.
No pude decirte lo mucho que lo disfrutaba, bebé.
Verte salir de la regadera, con el cabello mojado y buscando ropa para dormir, recostarme enfrente de ti y escucharte hablar de todo y de nada a la vez, recuerdo la manera en que brillaban tus ojos cada vez que hablabas de algo que te apasionaba, siempre sonriendo.
Recuerdo cómo fuiste perdiendo ese brillo, como hablabas cada vez menos, por mucho que yo intentara platicar con vos.
Me arrepiento tanto de no haberle prestado atención a esa clase de detalles.
Sueño contigo cada puta noche, cada vez que cierro los ojos estás aquí, diciendo boludeces y siendo el pelotudo que siempre fuiste, cada vez que cierro los ojos te veo sonreír, te veo caminando a un lado mío tomando mi mano, veo esa mirada que sólo tenías cuando estabas conmigo.
Puedo ver como me miras desde el otro lado de la pieza, cagándote de risa por cualquier cosa. Incluso cuando estábamos con amigos, siempre buscaste compartir esa clase de momentos conmigo.
Pensar en esos detalles ahora duele tanto.Cierro los ojos y puedo verte mirándome desde abajo, siempre amé tanto que fueras tan pequeño. Amaba cargarte y ser más fuerte que tú, poder sostener ambas de tus manos con una sola mía y hacerte cosquillas con la otra, también besarte sin dejar que te movieras.
A veces cuando la casa está en completo silencio puedo escucharte hablar a lo lejos, escucho tu risa, escucho tu voz diciendo mi nombre, te puedo escuchar contando alguna anécdota estúpida, con tus comentarios siempre tan fuera de lugar, y ese humor extraño que a veces ni yo entendía.
A veces cuando abro los ojos en la mañana me engaño a mi mismo, y me hago creer que todo fue una pesadilla, que cuando voltee estarás ahí viendo tu celular, y me consolarás mientras lloro y tu me abrazas por lo mucho que duele la simple idea de perderte. Pero cuando levanto la mirada la cama siempre está vacía, ya ni siquiera esta Barry, porque él tampoco no pudo soportarlo y se fue contigo días después.
La última vez que fui a tu casa tu mamá estaba ahí, le di una llave para que pudiera entrar sin problemas. La encontré sentada en el piso de tu habitación abrazando una sudadera tuya, con un montón de ropa alrededor, sus sollozos se podían escuchar desde la puerta principal, la levanté del suelo y la abracé.
Lloramos juntos la siguiente media hora hasta que se separó y me dijo que al abrazarme se sentía cerca de ti, yo también me siento cerca de ti cuando la abrazo, eso es lo único que nos queda ahora.
Después de eso fuimos a comer a tu restaurante favorito, ese que decías que te recordaba a tu niñez.
Pude ver cómo tu mamá contenía las ganas de llorar cada vez que veía algo que le traía algún recuerdo tuyo. Noté la manera en que se le cristalizaban los ojos cuando veía a algún niño pequeño con su madre. Pero me quedé callado, no creo que pudiera decir algo que la consolara de todas formas.
Hace tres meses que te fuiste, y las palabras de tu carta se repiten en mi mente todos los días.
No tenía idea de lo mucho que te dolía estar aquí, nunca hablaste de eso conmigo, nunca quisiste preocuparme.Antes no lo entendía. Pensaba en todos los motivos que dijiste que te orillaron a irte, y lo único en lo que podía pensar era en cómo podría haberte ayudado a resolverlo. No entendía por qué no me lo contaste, por qué no se lo contaste a nadie, por qué preferiste ocultarlo en lugar de pedir ayuda.
Pero ahora lo entiendo, porque ahora lo estoy viviendo.
Es por eso que no puedo seguir, levantarme cada día y saber que no vas a cruzar la puerta de la pieza con un desayuno improvisado, sonriendo y dándome los buenos días. Duele, todo el tiempo.
Saber que al revisar mi celular no habrán mensajes tuyos preguntándome cómo estoy, contándome cualquier cosa, o enviando fotos de Barry. Al volver a casa no estarás dormido en el sillón o trabajando en la notebook.
Saber que nunca más podré besar tu cabeza o tenerte acostado encima de mi pecho, nunca más podré besarte o escuchar tu voz.
El simple hecho de saber que ya no estás aquí hace que la vida se sienta asfixiante y exhaustiva, ¿qué hay sobre todos los planes que teníamos? Ya no puedo seguir sin ti.
Los viajes, los streams, hacer nuestra relación pública, nuestros futuros hijos, todas las navidades que nos faltaban por vivir juntos.
Tal vez los demás tampoco puedan entenderlo, así como no lo entendí yo cuando tú lo hiciste.
Pero hoy es el día más feliz que he tenido desde que te perdí, porque finalmente volveré a verte.- Te ama, Iván Buhajeruk.
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𝘭𝘢𝘴𝘵 𝘸𝘰𝘳𝘥𝘴 𝘰𝘧 𝘢 𝘴𝘩𝘰𝘰𝘵𝘪𝘯𝘨 𝘴𝘵𝘢𝘳
Fanfictioniván le escribe una última carta a su novio rodrigo ★ [ 𝗰𝗼𝘅𝗼𝗻𝗰𝗶𝗱𝗶𝗼 © 2022 ]