Una búsqueda larga que duro 13 meses. Apolo y Hermes, encargados de esta larga misión de encontrar al príncipe del olimpo y dios de la guerra cruel, Ares. Aun que el mensajero y el dios de las Artes odien a la calamidad de Ares, tienen que arriesga...
La Diosa de la guerra estratégica los miro fijamente y acerco a ellos para iniciar una conversación. Había notado que el dios de las artes tenia lanza de su tan "querido" hermano. Tomo sus sospechas, ya que aun que no se llevaban bien. Conocía a Ares y sabia que el nunca dejaría a cargo de alguien su preciada lanza.
—Atenea: Que sorpresa verlos a aquí. Bienvenidos -dijo educadamente la diosa-
—Hermes: Hola señorita Atenea -dijo entusiasta-
—Atenea: ¿Qué necesitan? ¿Es una entrega? -dijo para luego cruzar los brazos pero seguía atenta y con una cara neutral-
—Apolo: En verdad no. Vinimos hasta aquí por que necesitamos un favor -dijo también con una cara neutral-
—Atenea: ¿Sabes que no lo hare gratis verdad, Apolo? Si lo hago te hare pagar un favor parecido o capaz algún articulo de mi interés. Si gustas, claro. Pero en fin, ¿Qué necesitan?
—Apolo: Acepto tu propuesta. Necesitamos saber si has visto pasar por aquí unos 2 gigantes por aquí.
—Atenea: Si. Si los eh visto. Hace unos días pasaron por aquí. Pero, ¿Por que necesitan saber eso?
El dios de las Artes se quedo pensando si decirle o no. Ya que el tema se trataba de su hermano que tanto odiaba.
—Apolo: Es privado -dijo serio el dios de las artes. Pero por dentro se moría de los nervios-
—Atenea: Entonces no te puedo dar esa información Apolo. No se lo que harás con ella, así que perdón.
Los 2 dioses no sabían que excusa decir. Habían pensado que darle a cambio a Atenea por esa información. Pero nunca pensaron que decir en caso de esto ¡Pero que imbéciles eran!
Pero...El Dios mensajero se dio de valor y respondió la pregunta de la diosa de la guerra estratégica.
—Hermes: Señorita Atenea. Le vamos a ser sinceros. Necesitamos con urgencia esa información por que su..hermano fue secuestrado por aquellos gigantes que pasaron por aquí. Porfavor, ¡Se lo suplicamos! -dijo muy preocupado y suplicante ya que creían que capaz no le iban a dar esa información-
—Atenea: Oh..¿Así que era solo para eso? Con razón tenia su lanza tan preciada. Pero bueno, les daré la información con gusto -dijo como si nada la diosa-
La diosa dijo donde se dirigían los gigantes.
—Apolo: Vaya. Muchas gracias Atenea. Juro que te devolveré el favor
—Atenea: Tranquilo no hace falta. Además se trataba del idiota de mi hermanito.
—Hermes: Señorita. No entiendo..Creíamos que no nos iba a dar la información. Si a usted no le agrada Ares -dijo confundido el dios-
—Atenea: -esta soltó un suspiro pesado- Miren..Si les soy sincera. Nunca odie a Ares. El me odia a mi. Por que soy la favorita de Zeus y mi padre nunca lo quiso. Ni si quiera le da un abrazo. Y por que también soy muy amada por los mortales, mientras que a el lo odiaban. También por que siempre fui mejor que el en todo. Si soy sincera, yo pienso que Ares es así por que nadie mas se propuso a amarlo. Las únicas persona que lo han querido es su hermana, Afrodita y sus hijos por los cuales daría la vida. Nadie mas. Yo nunca quise tener peleas con el..ni guerras sin sentido. Pero lo entiendo. Cualquiera se sentiría así -dijo la diosa con un poquito de tristeza. Pero seguía con su cara neutral-
Los 2 dioses se quedaron callados y sorprendidos por las palabras de la diosa. Nunca pensaron que ella nunca odio al Dios de la guerra cruel. También se pusieron a reflexionar de la vida que llevaba el Dios. Nunca se pusieron a pensar como se sentía. Por que pensaban que no le importaba un comino.
—Atenea: ¿Necesitan algo mas antes de irse?
—Apolo: ¿Podríamos quedarnos un tiempo aquí? Si no te molesta. Claro.
—Atenea: Claro que si. Pero recuerda, me deben ahora 2 favores, eh -dijo para luego reírse un poco-
Los 2 dioses fueron llevados a una casa con la ayuda de la diosa y unos guardias. La diosa le dio las llaves de aquella casa y le dijo que cualquier cosa estarían en su templo.
Los 2 asintieron y entraron a aquella casa.
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Lo poco que habían visto ya les pareció bastante acogedor y lindo.
El dios de las Artes retiro la llave de la cerradura y cerro la puerta.
Los 2 dioses exploraron la casa y era bastante linda a su parecer.
Después de explorar tan linda y acogedora casa se fueron a una habitaciones cada uno.
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El dios de las artes dejo sus cosas y la lanza del dios de la guerra cruel.
Se tiro a la cama, estaba muy cansado por el viaje. Se acomodo mejor para dar una gran siesta. La cama era taaan suave. Era un millón de veces mejor que dormir en el pleno piso.
El dios ya se estaba relajando hasta que vio la lanza del dios que tanto buscaban su amigo y el. Esperaba encontrarlo pronto. También se puso a pensar sobre lo que la diosa había dicho sobre su relación con Ares. Nunca pensó que Atenea quiera a su hermano.
Después de un rato el dios quedo profundamente dormido.
