1. Es la vida que me tocó.

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Al atardecer, un joven se sienta en el borde de un mirador

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Al atardecer, un joven se sienta en el borde de un mirador. Saca un cigarro de su cajetilla y abre una botella de ron.

Hola abuelo... se lo que me dirías si estuvieras aquí... "¿te parece normal aparecer con la cara así? " — dijo el muchacho tratando de imitar la voz de su abuelo, después solto una risa.

Todo esta siendo muy difícil desde que te fuiste... — dicho esto, le da una calada al cigarro y un trago largo a la botella — yo no elegí esta vida, es la que me tocó llevar...

Ash Ketchum, un chico de 18 años que se dedica a vender droga y partirse la cara en peleas callejeras por unos míseros dólares. Huérfano de padres a los 2 años, fue criado por su abuelo, hasta que a los 14 años, este murió de un cáncer de páncreas, dejándolo solo en el mundo.

Hoy he vendido bien, los viernes suele ser buen día. La pelea la gané, ese calvo era bastante grande, me dio mucho jaleo — dijo Ash sacando un pañuelo y pasandolo por su cara, llenándolo al instante de sangre — ahora iré al Safari, espero que a Gary no le importe que entre a limpiarme, otra vez...

Ash se quedó callado, solo fumaba y bebía de la botella. Al rato, se levantó, escondió nuevamente la botella y miro al horizonte.

Volveré mañana, te echo de menos abuelo...

Se subió a la moto y empezó a conducir con dirección al Safari.

Al llegar, aparca la moto en la puerta y se baja, busca con la mirada a su amigo y cuando lo encuentra, agacha la cabeza y se acerca.

Otra vez con la cara destrozada Ash, ¿has vuelto a pelear? — le dice Gary mientras le levanta la barbilla y le mira la cara.

Qué quieres que haga Gary, no puedo hacer otra cosa... Solo déjame entrar a limpiarme y me voy, lo prometo

— Joder... Venga, sigueme, y agacha la cabeza...

Gary habló con el portero y pasaron dentro del pub. Empiezan a pasar entre la gente, Ash con la cabeza agachada. Llega al baño y empieza a limpiarse. Se mira la mano y la tiene ensangrentada e hinchada. Tras limpiarse, sale y no ve a Gary. Mira al miniescenario que tienen montado y ve a una chica peli miel en el micrófono y a una castaña con dos coletas en el piano.

Ash se disponía a salir del lugar cuando escuchó cantar a la chica y decidió quedarse al escuchar su voz.

En mitad de la actuación, Ash escucha a un hombre hablar por teléfono.

Tss — le manda callar el azabache, pero no le hace caso.

Tssssss — le vuelve a mandar callar, otra vez sin éxito.

Ash, ya enfadado, se acerca al hombre.

¿Te importaría callarte la puta boca? Está cantando... — le dice para despues volver a su sitio de mala gana.

En ese momento llega Gary, y Ash mira una última vez a la chica, que parecía nerviosa tras ver la situación, y sale del pub.

Ni se te ocurra liarmela dentro tio, me la juego por ti...

— Lo siento tio

— Vamos alli a fumar y me cuentas anda...

Ash y Gary se alejan de la puerta y el azabache saca dos cigarros, dandole uno a su amigo.

¿Cuando dejaras de destrozarte la cara en esas peleas? — pregunta Gary.

Es la única manera que tengo de sustentarme, no me queda otra...

— Mi abuelo esta buscando camarero para el restaurante, sabes que te tiene aprecio, hablaré con el

— Me vendría de lujo Gary, de verdad

— Pero no puedes llegar todos los días con la cara así o mi abuelo te despedirá, y con razón

Ash por un momento se fija en su moto y ve a la peli miel y su amiga con un chico subido a la moto pidiendo que le hagan una foto.

Ash deja a Gary y se acerca lentamente a su moto, con las manos en la espalda.

Os hago una foto a todos si queréis... — dice Ash irónicamente.

— Lárgate tio, no molestes, hazmela Serena corre — dice el chico subido en la moto.

De verdad no me importa haceros la foto — vuelve a decir Ash.

El chico se baja de la moto y se pone cara a cara con Ash.

Tio te he dicho que te laaaaaaaaar... — dijo el chico poniendo la mano en el pecho de Ash, y este la cogió rápidamente y se la empieza a retorcer.

Punto número uno, deberías ser más amable con la gente. Punto número dos, no te subas en las motos que no son tuyas. Y punto número tres, si te vuelves a subir a mi moto, te tragas el tubo de escape... — dijo Ash soltando al joven.

Vaya, parece que el malote no cambia... — dijo la peli miel.

¿Perdón? — dice Ash con clara molestia.

En el colegio eras igual — responde Serena.

Ash se queda mirando a la chica, tratando de acordarse si la conoce.

Tú... ¡Eres la niña sombrero! Guau, como has cambiado...

— Tú no, pero tampoco me sorprende, ahora si no te importa, te dejamos con tu moto — dice Serena agarrando a sus amigos y marchandose.

Ash vuelve con Gary, sin dejar de ver por donde de había ido el grupo de amigos.

— ¿Te lo puedes creer? ¡La niña sombrero!

— Si Ash, viene de vez en cuando a cantar. Se esta haciendo conocida con sus videos en YouTube.

— Pues canta muy bien la verdad... — en ese momento le llegó un mensaje — bueno tío, me abro, tengo cosas que hacer. Gracias por la ayuda — dijo Ash dirigiendose a la moto.

Ash arrancó la moto, se despidió de Gary con la mano y se marchó. Pasó por delante del grupo de amigos de Serena y pegó un aceleron, haciendo que peguen un saltito del susto.

Idiota... — murmuró Serena.

Ash llegó a un parque casi a oscuras y se bajó de la moto. Vio a la persona que lo esperaba, sacó una bolsita del bolsillo, se la dio rápido y con la otra cogió el dinero, todo esto sin parar de andar. Cada uno se marchó en dirección contraria. Cuando Ash giró la esquina, alguien le cogió de la camiseta y lo estampó contra la pared.

Te voy a... — maldijo Ash.

Traaaaaanquiiiiloooo fierecilla — apareció un hombre trajeado.

Giovanni...

— El domingo, a las 21:00, ya te diré la dirección.

— No puedo pelear más Giovanni... voy a empezar a.. — habló Ash pero le interrumpen.

Todavía me debes dinero chico, y no te voy a dar mas mercancia para que vendas. O peleas, o tenemos un problema mayor. Tú decides... — Ash se quedó callado — Lo dicho, te pasaré la dirección — dijo Giovanni mientras el otro soltaba a Ash.

Cuando le soltó, le dio un puñetazo en la boca del estómago que lo dejó sin respiración, arrodillado en el suelo.

Mierda...

𝑺𝒆𝒓𝒆𝒏𝒅𝒊𝒑𝒊𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora